Página 470 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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Joyas de los Testimonios 1
Les señaló las hermosas flores, formadas y matizadas por una mano
divina, diciendo: “Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad
los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; mas os digo,
que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de
ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el
horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres
de poca fe?”
Mateo 6:26, 28-30
.
¿Dónde está la fe del pueblo de Dios? ¿Por qué sienten sus
miembros tanta duda y desconfianza respecto de Aquel que provee
a sus necesidades y los sostiene por su fuerza? El Señor probará
la fe de su pueblo; mandará reprensiones, que serán seguidas por
aflicciones, si no se escuchan estas advertencias. Quebrantará el
fatal letargo del pecado a cualquier precio en aquellos que se han
apartado de su fidelidad a él, y los despertará para que comprendan
cuál es su deber.
Hermano mío, su alma debe ser vivificada y ampliada su fe. Vd.
ha justificado durante tanto tiempo su desobediencia por un motivo
u otro, que su conciencia, arrullada en el descanso, ha cesado de
recordarle sus errores. Ha seguido durante tanto tiempo su propia
conveniencia respecto de la observancia del sábado, que su mente,
encallecida, ya no es susceptible de ser impresionada respecto de
su conducta desobediente; sin embargo, por haberse puesto Vd.
mismo en esa condición, no es por eso menos responsable. Empiece
en seguida a obedecer los mandamientos divinos y a confiar en
Dios. No provoque su ira, no sea que le visite con terrible castigo.
Vuelva a él antes que sea demasiado tarde, y halle perdón para su
desobediencia. El es rico y abundante en misericordia; le dará su
paz y aprobación, si Vd. se allega a él con humilde fe.
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