Obreros fieles
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será el brazo de su poder y el éxito acompañará sus esfuerzos; pero
cuando permiten que la mente se distraiga de Dios, entonces Satanás
entra y rige los pensamientos y pervierte el juicio.
Nadie está en mayor peligro que el que considera segura su
montaña. Entonces es cuando sus pies empezarán a resbalar. Vendrán
las tentaciones una tras otra, y tan imperceptible será su influencia
sobre la vida y el carácter, que a menos que sea guardado por el poder
divino, será corrompido por el espíritu del mundo y no llevará a cabo
el propósito de Dios. Todo lo que el hombre tiene se lo ha dado
Dios, y el que aprovecha su capacidad para gloria del Señor, será
instrumento que haga bien; pero nos es tan imposible vivir una vida
piadosa sin orar constantemente y cumplir los deberes religiosos,
como lo sería obtener fuerzas físicas sin ingerir alimento temporal.
Debemos sentarnos diariamente a la mesa de Dios. Debemos recibir
fuerza de la Vid viviente si queremos nutrirnos.
La conducta que han seguido algunos al practicar métodos mun-
danos para lograr sus propósitos, no está en armonía con la voluntad
de Dios. Ven males que es necesario corregir, pero no desean atraer
oprobio sobre sus propias cabezas y, en vez de arrostrar valiente-
mente estas cosas, echan la carga a otro y le dejan arrostrar las
dificultades que ellos mismos han rehuído; y en demasiados casos,
el que usa un lenguaje claro es considerado como grave ofensor.
Hermanos, os ruego que obréis con el sincero deseo de glorificar
a Dios. Depended de su poder; sea su gracia vuestra fuerza. Por el
estudio de las Escrituras y la oración ferviente, tratad de obtener
un claro concepto de vuestro deber y luego cumplidlo fielmente.
Es esencial que cultivéis la fidelidad en las cosas pequeñas, y al
hacerlo adquiriréis costumbres de integridad en las responsabilida-
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des mayores. Los pequeños incidentes de la vida diaria pasan con
frecuencia sin que los notemos; pero son estas cosas las que forman
el carácter. Cada acontecimiento de la vida es grande para bien o
para mal. La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a
fin de que adquiera fuerza para resistir en cualquier situación di-
fícil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos
para permanecer firmes de parte de lo recto, independientes de toda
influencia opositora.
Dios quiere hacer mucho por vosotros, si tan sólo sentís vuestra
necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de