Página 75 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

Basic HTML Version

Lecciones de las parábolas
71
negocios mundanales, y en un momento inesperado enferman y
mueren. Hijos suyos que no tienen interés en la verdad, recogen la
propiedad. Satanás lo arregló así para su propia conveniencia. “Por
tanto si en cuanto a las riquezas injustas no habéis sido fieles, ¿quién
os confiará las riquezas verdaderas? Y si en lo ajeno no habéis sido
fieles, ¿quién os dará lo vuestro propio?”
Me fué revelado el terrible hecho de que Satanás y sus ángeles
intervienen más que Dios en el manejo de la propiedad de los que
profesan ser hijos de Dios. Los mayordomos de los postreros días
son imprudentes. Permiten que Satanás rija sus asuntos comerciales,
y dejan pasar a sus filas lo que pertenece a la causa de Dios y debiera
estar en ella. Dios se fija en vosotros, mayordomos infieles, y os
llamará a dar cuenta. Vi que los mayordomos de Dios pueden, por
una administración fiel y juiciosa, manejar sus asuntos en este mundo
con exactitud, honradez y rectitud. Y es especialmente el privilegio
y deber de los ancianos, de los débiles y de aquellos que no tienen
hijos, colocar sus recursos donde puedan ser empleados en la causa
de Dios en caso de que los arrebate repentinamente la muerte. Pero
vi que Satanás y sus ángeles se regocijan del éxito que han tenido
en este asunto. Y aquellos que debieran ser sabios herederos de la
salvación, permiten casi voluntariamente que el dinero de su Señor
se deslice de sus manos a las filas del enemigo. De esta manera
fortalecen el reino de Satanás, y parecen sentirse perfectamente
tranquilos al respecto.
[72]