Fiadores de los incrédulo
Vi que a Dios le desagrada que su pueblo sea fiador de los incré-
dulos. Se me indicaron estos textos: “No estés entre los que tocan la
mano, entre los que fían por deudas.” “Con ansiedad será afligido
el que fiare al extraño: mas el que aborreciere las fianzas vivirá
confiado.”
Proverbios 22:26
;
11:15
. ¡Mayordomos infieles! Han
comprometido lo que pertenece a otra persona—su Padre celestial,—
y Satanás está dispuesto a ayudar a sus hijos a sacárselo de las manos.
Los observadores del sábado no deben ser socios de los incrédulos.
Los hijos de Dios confían demasiado en la palabra de los extraños,
y piden su consejo cuando no debieran hacerlo. El enemigo hace de
ellos sus agentes, y obra por su medio para quitar bienes a los hijos
de Dios y afligirlos.
Algunos no tienen tacto para manejar prudentemente los asuntos
mundanales. Carecen de las cualidades necesarias, y Satanás se apro-
vecha de ellos. Cuando así sucede, los tales no deben permanecer
ignorantes de su falta. Deben ser bastante humildes para consultar
con sus hermanos, en cuyo juicio pueden tener confianza, antes de
ejecutar sus planes. Se me indicó este pasaje: “Sobrellevad los unos
las cargas de las otros.”
Gálatas 6:2
. Algunos no son bastante humil-
des para permitir que los que tienen más capacidad hagan cálculos
para ellos hasta después que siguieron sus propios planes y se vieron
en dificultades. Entonces ven la necesidad de obtener el consejo y el
juicio de sus hermanos; pero ¡cuánto más pesada que al principio es
la carga! Los hermanos no deben recurrir a los tribunales si es posi-
ble evitarlo; porque así dan al enemigo gran ventaja para enredarlos
y afligirlos. Sería mejor hacer algún arreglo aunque implique cierta
pérdida.
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Testimonios para la Iglesia 1:200, 201 (1859)
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