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Mente, Carácter y Personalidad 1
No deben descuidarse las necesidades de la madre
Las necesidades físicas de la madre no deben descuidarse en
manera alguna. Dos vidas dependen de ella, es preciso que sus
deseos sean cariñosamente atendidos, y sus necesidades satisfechas
con generosidad. Pero en este período más que nunca debe evitar,
en su alimentación y en cualquier otro asunto, todo lo que pudiera
menoscabar la fuerza física o intelectual. Por mandato de Dios
mismo, la madre está bajo la más solemne obligación de ejercer
dominio propio.—
El Ministerio de Curación, 289 (1905)
.
La responsabilidad de la esposa
Las mujeres de principios y que están bien instruidas no se
apartarán de la sencillez de su alimentación en este momento [del
embarazo]. Considerarán que otra vida depende de ellas y serán
cuidadosas en todos sus hábitos, especialmente en la alimentación.—
Testimonies for the Church 2:382 (1870)
.
Los hijos inocentes sufrirán
Nacen niños enfermos por causa de la satisfacción del apetito de
sus padres. El sistema no requiere la variedad de alimentos sobre los
que se detiene la mente. Las mujeres cristianas han de rechazar el
gran error de que lo que está en la mente debe estar en el estómago.
No debe permitirse que la imaginación controle los deseos del sis-
tema. Aquellos que permiten que el gusto los gobierne sufrirán el
castigo por trasgredir las leyes de su existencia. Y el problema no
termina ahí; sus hijos inocentes también sufrirán.—
Testimonies for
the Church 2:383 (1870)
.
Consejeros no sabios animarán a la madre a satisfacer todo
deseo e impulso como si fuera esencial para el bienestar de sus hijos.
Semejante consejo es falso y perjudicial. Por orden de Dios mismo la
madre está bajo la más solemne obligación de ejercer el autocontrol.
¿A qué voz prestaremos atención: la voz de la sabiduría divina, o
la voz de la superstición humana?—
The Signs of the Times, 26 de
febrero de 1902
.
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