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Influencias prenatales
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Los padres dan su propio sello a los hijos
Los padres [...] por su complacencia han fortalecido sus pasiones
animales. Y al fortalecerse estas, las facultades morales e intelec-
tuales se debilitaron. Lo espiritual ha sido vencido por lo carnal.
Los niños nacen con las propensiones animales mayormente desa-
rrolladas, han recibido el sello del propio carácter de sus padres
[...]. La fuerza cerebral se ha debilitado, y la memoria llega a ser
deficiente [...]. Los pecados de los padres recaerán sobre sus hijos
porque los padres les han dado el sello de sus propias propensiones
lujuriosas.—
Testimonies for the Church 2:391 (1870)
.
[146]
Satanás procura degradar las mentes
Se me ha mostrado que Satanás procura degradar las mentes de
los que se unen en matrimonio a fin de poder poner el sello de su
propia imagen odiosa sobre sus niños [...].
Él puede moldear la descendencia de ellos mucho más fácilmente
de lo que pudo hacerlo con sus padres, porque puede controlar la
mente de los padres para que por medio de ellos pueda grabar su
propio carácter sobre sus niños. De este modo nacen muchos niños
con pasiones animales mayormente crecientes, mientras que sus
facultades morales se han desarrollado débilmente.—
Testimonies
for the Church 2:480 (1870)
.
La razón debiera controlar el número de hijos
Los que aumentan el número de su familia, cuando si consultaran
su razón sabrían que los hijos heredarán debilidad física y mental,
son transgresores de los últimos seis preceptos de la ley de Dios [...].
Hacen su parte en aumentar la degeneración de la humanidad y en
hundir más abajo la sociedad, con lo cual perjudican a su prójimo.
Si Dios considera de esta manera los derechos del prójimo, ¿no se
preocupa de una relación más estrecha y más sagrada? Si ni un
gorrión cae sin que él lo advierta, ¿no se preocupará de los niños
nacidos en el mundo, enfermos física y mentalmente, y que sufren en
mayor o menor grado durante toda su vida? ¿No pedirá cuenta a sus
padres, a los que ha dado la facultad de la razón, por desentenderse
de ella y por convertirse en esclavos de la pasión cuando, como