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La autoestima
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material precioso, que podía soportar la prueba de la tempestad, el
calor y la presión. Dios no mira desde el mismo punto de vista que el
hombre. No juzga por las apariencias, sino que escudriña el corazón
y juzga rectamente.—
Obreros Evangélicos, 128, 129 (1915)
.
La rectitud genera respeto propio
Los hombres de principios no necesitan la restricción de cerra-
duras y candados; no necesitan ser vigilados y observados. Tratarán
con honestidad y honorabilidad en todo tiempo, cuando están solos
y nadie los observa, como cuando están en público. No mancharán
sus almas por ganancias o ventajas egoístas. Desprecian un acto
vil. Aunque nadie lo llegara a saber, ellos mismos lo sabrían, y eso
destruiría su respeto propio. Los que no son rectos y fieles en las
cosas pequeñas no se reformarán aunque haya leyes y restricciones
y castigos en cuanto a ellas.—
Counsels on Health, 410 (1879)
.
El respeto propio debe ser firmemente apreciado
Permanentemente hemos de anhelar ser partícipes de la pureza
moral, el respeto propio y un fuerte poder de resistencia. No debería
haber ni una sola desviación del recato. Un acto de familiaridad, una
sola indiscreción pueden poner en peligro el alma al abrir la puerta
a la tentación, debilitando así el poder de resistencia.—
Counsels on
Health, 295 (1885)
.
El respeto propio es la medida del respeto por los demás
Mediante la complacencia del pecado se destruye el respeto
propio; y cuando este se pierde, se disminuye el respeto por los
demás; pensamos que los otros son tan perversos como nosotros
mismos.—
Testimonies for the Church 6:53 (1900)
.
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Los hábitos erróneos socavan la autoestima de los alumnos
Los hábitos erróneos destruyen la autoestima, eliminan el do-
minio propio. Alguien así no puede razonar correctamente sobre
los asuntos que más íntimanente le conciernen. Es descuidado e
irracional en la forma de tratar su mente y su cuerpo. Por la práctica