Página 320 - Mente, Car

Basic HTML Version

316
Mente, Carácter y Personalidad 1
control, y así son impulsados a ocuparse de deportes rudos e indignos
de un hombre que son la desgracia de muchas escuelas y colegios,
y aun caen en prácticas de verdadera disipación. Muchos de los
jóvenes que eran inocentes cuando salieron de sus hogares fueron
corrompidos por aquellos con quienes se asociaron en la escuela.—
The Signs of the Times, 29 de junio de 1892
;
Fundamentals of
Christian Education, 72
.
[292]
Responden a las sugerencias
Ninguna recreación que sea útil únicamente para ellos dará por
resultado una bendición tan grande para los niños y jóvenes como la
que los dirija a ser útiles a los demás. Los jóvenes, que por natura-
leza son entusiastas e impresionables, responden rápidamente a la
insinuación. Al hacer planes para el cultivo de las plantas, el maestro
debería esforzarse por despertar interés en el embellecimiento de la
propiedad escolar y del aula. El beneficio será doble. Los alumnos,
por una parte, no van a destruir ni malograr lo que ellos mismos están
tratando de embellecer, y por otra se estimularán el refinamiento del
gusto, el amor al orden y el hábito de ser cuidadoso. El espíritu de
compañerismo y cooperación que se desarrolla de esta manera será,
además, una bendición duradera para los alumnos.—
La Educación,
212, 213 (1903)
.
Algunas veces no ven a Dios como un padre amante
Los jóvenes generalmente se conducen como si las preciosas
horas del tiempo de gracia, mientras dura la misericordia, fueran un
tiempo de vacaciones grandioso y que fueron puestos en este mundo
meramente para divertirse, para complacerse con una actividad exci-
tante tras otra. Satanás ha estado haciendo esfuerzos especiales para
conducirlos a encontrar la felicidad en las diversiones mundanas y
justificarse a sí mismos tratando de demostrar que estas diversiones
son inocentes, inofensivas, y aun importantes para la salud. Algunos
médicos han dado la impresión de que la espiritualidad y la devoción
a Dios son perjudiciales para la salud. Esto conviene al adversario
de las almas.—
Testimonies for the Church 1:501 (1867)
.