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Mente, Carácter y Personalidad 1
Conserve siempre la sencillez en sus actos, pero establezca una
norma alta para la armoniosa manifestación y el mejoramiento de
sus facultades mentales. Decida corregir cada falta. Las tendencias
hereditarias pueden ser vencidas y los arranques rápidos y violentos
de su genio pueden ser tan cambiados que esas manifestaciones,
por la gracia de Cristo, serán totalmente superadas. Individualmente
hemos de considerar que estamos en el taller de Dios.—
Carta 23,
1893
.
Los jóvenes tienen necesidad de consejo
No se debe dejar a los jóvenes que piensen y actúen indepen-
dientemente del juicio de sus padres y maestros. Hay que enseñarlos
a respetar el juicio experimentado y a ser guiados por sus padres y
maestros. Se les debe educar de tal manera que sus mentes estén uni-
das con las de sus padres y maestros, y se los ha de instruir para que
comprendan lo conveniente que es escuchar sus consejos. Entonces,
cuando se aparten de la mano guiadora de sus padres y maestros, su
carácter no será como el junco que tiembla al viento.—
Joyas de los
Testimonios 1:316 (1872)
.
[294]
Se espera el mayor desarrollo posible
El Señor desea que obtengamos toda la educación posible, con el
objeto de impartir nuestro conocimiento a otros. Nadie puede saber
dónde o cómo ha de ser llamado a trabajar o hablar en favor de Dios.
Solo nuestro Padre celestial ve lo que puede hacer de los hombres.
Hay ante nosotros posibilidades que nuestra débil fe no discierne.
Nuestra mente debe ser enseñada en forma tal que, si es necesario,
podamos presentar las verdades de la Palabra de Dios ante las más
altas autoridades terrenales y de un modo que glorifique su nombre.
No hemos de descuidar ni una sola oportunidad de prepararnos
intelectualmente para trabajar por Dios.—
Palabras de Vida del Gran
Maestro, 268, 269 (1900)
.
La mente siempre activa
La mente nunca cesará de estar activa. Está expuesta a influen-
cias buenas o malas. Como el rostro humano queda estampado, por