Página 325 - Mente, Car

Basic HTML Version

La pasión y el amor ciego
321
un Dios puro y santo a menos que siga los elevados principios de
las Escrituras.—
Medical Ministry, 141 (1885)
.
Los peligros de trasnochar
El hábito de estar levantados hasta altas horas de la noche es
habitual; pero no agrada a Dios, aunque ambos sean cristianos. Estas
horas inoportunas perjudican la salud, incapacitan la mente para las
tareas del día siguiente, y dan apariencia de mal. Hermano mío, es-
pero que usted tenga suficiente respeto propio como para evitar esta
forma de noviazgo. Si está atento a glorificar a Dios, avanzará con
cuidadosa precaución. Usted no permitirá que un sentimentalismo
enfermizo le ciegue su visión de modo que no pueda percibir las
elevadas demandas que Dios tiene sobre usted como cristiano.—
Testimonies for the Church 3:44, 45 (1872)
.
La pasión es una base muy pobre para el matrimonio
En esta época de depravación, esas horas de disipación nocturna
llevan con frecuencia a ambas partes a la ruina. Satanás se regocija
y Dios queda deshonrado cuando hombres y mujeres se deshonran a
sí mismos. Sacrifican su buen nombre y honor bajo el ensalmo de
la infatuación, y el casamiento de estas personas no puede solem-
nizarse bajo la aprobación divina. Se casaron porque la pasión los
impulsó, y pasada la novedad del caso, empezarán a comprender lo
que hicieron.—
The Review and Herald, 25 de septiembre de 1888
;
El hogar adventista, 47 (1894)
.
El amor falsificado es incontrolable
El amor que no tiene mejor fundamento que la simple satis-
facción sensual será obstinado, ciego e ingobernable. El honor, la
verdad y toda facultad noble y elevada del espíritu caen bajo la es-
[297]
clavitud de las pasiones. Con mucha frecuencia el hombre atado por
las cadenas de esa infatuación resulta sordo a la voz de la razón y de
la conciencia; ni los argumentos ni las súplicas, lo inducirán a ver la
insensatez de su conducta.—
The Signs of the Times, 1 de julio de
1903
;
El hogar adventista, 42 (1894)
.