Página 363 - Mente, Car

Basic HTML Version

La influencia de la percepción
359
cado y tanto más profunda su bondad hacia los afligidos.—
Seguridad
y Paz en el Conflicto de los Siglos, 626 (1911)
.
[332]
El dolor debilitó la percepción de María
Entonces ella se apartó, hasta de los ángeles, pensando que debía
encontrar a alguien que le dijera lo que habían hecho con el cuerpo
de Jesús. Otra voz se dirigió a ella: “Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién
buscas?” A través de sus lágrimas, María vio la forma de un hombre,
y pensando que era el hortelano dijo: “Señor, si tú lo has llevado,
dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré”.
Juan 20:15
.—
El Deseado
de Todas las Gentes, 734 (1898)
.
Reconoció a Jesús por su voz
Pero ahora, con su propia voz familiar, Jesús le dijo: “¡María!”
Entonces supo que no era un extraño el que se dirigía a ella y, vol-
viéndose, vio delante de sí al Cristo vivo. En su gozo, se olvidó que
había sido crucificado. Precipitándose hacia él, como para abrazar
sus pies, dijo: “¡Raboni!”
Juan 20:16
.—
El Deseado de Todas las
Gentes, 734 (1898)
.
El apetito disminuye la capacidad de percepción
El Redentor del mundo sabía que la complacencia del apetito
estaba produciendo debilidad física y disminuyendo las capacidades
de percepción de modo que no se puedan discernir las cosas sagradas
y eternas. Él sabía que la complacencia propia estaba pervirtiendo
las facultades morales y que la gran necesidad del hombre era la
conversión tanto del corazón, la mente y el alma, como de una vida
de complacencia propia a una de negación y sacrificio propios.—
Carta 158, 1909
;
Medical Ministry, 264
.
El pecado ofusca nuestras percepciones
El pecado entenebrece nuestras mentes y ofusca nuestras per-
cepciones. Cuando el pecado es eliminado de nuestro corazón, la
luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo,
que ilumina su Palabra y es reflejada por la naturaleza, declarará en