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Mente, Carácter y Personalidad 1
sendas rectas para sus pies, no sea que los cojos caigan fuera del
camino.—
Manuscrito 111
.
El fanatismo es difícil de apagar
El fanatismo, una vez que ha comenzado y se ha dejado sin con-
trol, es tan difícil de apagar como un edificio en llamas. Los que
han tenido una conducta extremista y han sustentado este fanatismo,
habrían hecho muchísimo mejor en dedicarse a trabajos seculares,
porque mediante su conducta inconsecuente están deshonrando al
Señor y poniendo en peligro a su pueblo. Surgirán muchos movi-
mientos semejantes en este tiempo cuando la obra del Señor tiene
que estar en una condición elevada y pura, y no adulterada con su-
persticiones y fábulas. Debemos estar en guardia a fin de mantener
una estrecha comunión con Cristo y para no ser engañados por las
artimañas de Satanás.—
Mensajes Selectos 2:40
.
[56]
Teorías finamente hiladas que ocupan la mente
Satanás está trabajando de muchas maneras para que cada hom-
bre, que debería estar predicando el mensaje, pueda estar ocupado
con teorías finamente hiladas que él hará aparecer de tal magnitud e
importancia como para llenar la mente entera; y mientras piensan
que están dando grandes y maravillosos pasos en su experiencia,
estén idolatrando unas cuantas ideas, y su influencia se perjudique y
hable muy poco en favor del Señor.
Cada pastor ha de hacer esfuerzos fervientes para adquirir la
mente de Cristo. Algunos que sacan de la Palabra de Dios, y tam-
bién de los testimonios, párrafos u oraciones aisladas que pueden
interpretarse como que favorecen sus ideas, y luego se detienen en
ellas y se edifican en sus propias posiciones, cuando Dios no los está
guiando. Todo esto agrada al enemigo. No debemos innecesaria-
mente tomar un camino que produzca diferencias o cause disensión.
No hemos de dar la impresión de que si no se siguen nuestras ideas
particulares es porque a los ministros les falta comprensión.
Hay temas en abundancia en las lecciones de Cristo sobre los
cuales hablar, y sería mejor dejar de lado los misterios que ni usted
ni sus oyentes pueden comprender o explicar. Demos lugar al mismo