Una saludable normalidad
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mentes bien desarrolladas y superar los caracteres no equilibrados.
Este debe ser su estudio constante si han de llegar a ser obreros útiles
y de éxito.—
El Evangelismo, 82 (1887)
.
Asuntos triviales y comunes empequeñecen la mente
Debiera grabarse en cada estudiante la idea de que la educación
es un fracaso a menos que la mente haya aprendido a captar las
verdades de la revelación divina y a menos que el corazón acepte las
enseñanzas del evangelio de Cristo. El estudiante que, en lugar de
los amplios principios de la Palabra de Dios, acepte ideas vulgares
y permita que el tiempo y la atención sean absorbidos por temas
comunes y triviales, encontrará que su mente se empequeñece y
debilita. Ha perdido el poder de crecer. La mente debe ser educa-
da para comprender las importantes verdades que se refieren a la
vida eterna.—
The Review and Herald, 11 de noviembre de 1909
;
Fundamentals of Christian Education, 536
.
Las mentes no deben ser saturadas con cosas inútiles
La educación tal como se la ofrece en las escuelas de hoy [1897],
es unilateral, y, por lo tanto, una equivocación. Como fuimos com-
prados por el Hijo de Dios, somos su propiedad, y todos debemos
educarnos en la escuela de Cristo. Necesitan elegirse maestros pru-
dentes para nuestras escuelas. Los maestros tienen que tratar con
mentes humanas, y son responsables ante Dios de imprimir sobre
esas mentes la necesidad de conocer a Cristo como un Salvador per-
sonal. Pero ninguno puede educar realmente la posesión adquirida
por Dios a menos que él mismo haya aprendido en la escuela de
Cristo cómo enseñar.
Debo decirles por la luz que Dios me dio, que sé que los estudian-
tes han gastado mucho tiempo y dinero en adquirir un conocimiento
que para ellos es como paja; por cuanto no los capacita para ayudar
a sus semejantes a formar caracteres que los prepararán para unirse
con los santos y los ángeles en la escuela superior. En lugar de sa-
turar las mentes juveniles con cosas de mal gusto y que en muchos
casos nunca les será de utilidad, debiera dárseles una educación
práctica. Se gasta tiempo y dinero para adquirir un conocimiento