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Factores emocionales
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El sentimiento de intranquilidad a veces es bueno
—Los sen-
timientos de desasosiego, de nostalgia o de soledad pueden ser para
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vuestro bien. Vuestro Padre celestial intenta enseñaros a encontrar en
él la amistad, el amor y el consuelo que satisfarán vuestras esperan-
zas y deseos más sinceros... Vuestra única seguridad y felicidad está
en hacer de Cristo vuestro constante consejero. Podéis sentiros feli-
ces con él aunque no tengáis otros amigos en todo el mundo.—
Carta
2b, 1874
;
Nuestra Elavada Vocacion, 261
.
El Señor desea perturbar las mentes
—Cristo ve a los hombres
tan absorbidos en los cuidados mundanales y en las perplejidades de
sus negocios que no tienen tiempo de relacionarse con El. Para ellos
el cielo es un lugar extraño, porque no lo tienen en cuenta. Al no
estar familiarizados con las cosas celestiales, se cansan de escuchar
acerca de ellas. No les gusta que sus mentes sean perturbadas con
respecto a su necesidad de salvación, y prefieren dedicarse a las
diversiones. Pero el Señor desea perturbar sus mentes, para que
puedan ser llevados a aferrarse de las realidades eternas. Lo hace
en serio. Muy, muy pronto todos ellos lo conocerán, ya sea que lo
deseen o no.—
Manuscrito 105, 1901
.
No hemos de absorbernos en el estudio de nuestras emocio-
nes
—No es prudente que nos miremos a nosotros mismos y que
estudiemos nuestras emociones. Si lo hacemos, el enemigo nos pre-
sentará dificultades y tentaciones que debiliten la fe y aniquilen el
valor. El fijarnos por demás en nuestras emociones y ceder a nuestros
sentimientos es exponernos a la duda y enredarnos en perplejida-
des. En vez de mirarnos a nosotros mismos, miremos a Jesús.—
El
Ministerio de Curación, 193 (1905)
.
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