Página 131 - Mente, C

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Influencias prenatales
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antes de su nacimiento para predisponerlo a pelear con éxito las
batallas contra el mal.
Esta responsabilidad recae principalmente sobre la madre, que
con su sangre vital nutre al niño y forma su armazón física, le
comunica también influencias intelectuales y espirituales que tienden
a formar la inteligencia y el carácter.—
El Ministerio de Curación,
287 (1905)
.
Los padres han dado su propio sello de carácter a sus hijos
Los padres han dado su propio sello de carácter a sus hijos; y si
algunos rasgos están indebidamente desarrollados en un niño, y otro
revela una fase diferente del carácter que es desagradable, ¿quiénes
deberían ser tan tolerantes, pacientes y bondadosos como los padres?
¿Quiénes deberían ser tan fervientes como para cultivar en sus hijos
las preciosas gracias del carácter reveladas en Cristo Jesús?
Las madres no aprecian ni la mitad sus privilegios y posibilida-
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des. No parecen comprender que pueden ser misioneras en el más
alto sentido, colaboradoras con Dios en ayudar a sus hijos a construir
un carácter simétrico. Esta es la gran tarea que Dios les ha dado.
La madre es el agente de Dios para cristianizar a su familia.—
The
Review and Herald, 15 de septiembre de 1891
.
La responsabilidad de los padres por la influencia prena-
tal
—El primer gran objetivo que debe alcanzarse en la educación
de los hijos es una constitución vigorosa que los preparará en gran
medida para la educación mental y moral. La salud física y moral
están estrechamente unidas. Qué enorme responsabilidad descansa
sobre los padres cuando consideramos que la conducta que siguen
antes del nacimiento de sus hijos tiene mucho que ver con el desa-
rrollo de su carácter después del nacimiento.—
Mensajes Selectos
2:490 (1865)
.
Qué hacer con ella
—Los padres pueden haber trasmitido ten-
dencias a sus hijos... las cuales harán más difícil el trabajo de educar
e instruir a estos niños a ser estrictamente temperantes y a desarrollar
hábitos puros y virtuosos. Si el apetito por alimentos malsanos y por
estimulantes y narcóticos les ha sido trasmitido como un legado por
sus padres, ¡qué responsabilidad terriblemente solemne recae sobre
los padres para contrarrestar las malas tendencias que les dieron a
sus hijos! ¡Cuán ferviente y diligentemente deberían trabajar los
padres para cumplir su deber, con fe y esperanza, en favor de su