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La atmósfera del hogar
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permite saber cómo tener acceso a los corazones necesitados de que
se les enseñen los principios de la religión verdadera. La iglesia
necesita toda la fuerza espiritual que pueda obtener, para que todos,
y especialmente los miembros más jóvenes de la familia del Señor,
sean guardados con todo esmero. La verdad vivida en el hogar se
hace sentir en una obra hecha desinteresadamente fuera de él. El
que vive el cristianismo en el hogar será en cualquier parte una luz
resplandeciente.—
The Signs of the Times, 1 de septembrie de 1898
;
El hogar adventista, 32, 33 (1894)
.
La elevación de la humanidad comienza en el hogar
—La res-
tauración y el levantamiento de la humanidad empiezan en el hogar.
[181]
La obra de los padres es cimiento de toda otra obra. La sociedad se
compone de familias, y será lo que la hagan las cabezas de familia.
Del corazón “mana la vida”.
Proverbios 4:23
.—
El Ministerio de
Curación, 269 (1905)
.
Cosas que hacen que el hogar sea atractivo
—Las maneras
suaves, la conversación jovial y los actos de amor ligarán los cora-
zones de los hijos a sus padres con las cadenas de seda del afecto
y conseguirán que el hogar sea atractivo con mucho más éxito que
los adornos más exóticos que se puedan adquirir.—
The Signs of the
Times, 2 de octubre de 1884
;
MeM 206
.
La pureza en el hogar
—El orden es la primera ley del cielo, y
el Señor desea que su pueblo demuestre en sus hogares el orden y
la armonía que llenan las cortes celestiales. La verdad nunca pone
sus delicados pies en un sendero de impureza o suciedad. La verdad
no transforma a los hombres y a las mujeres en personas ásperas
o rudas o desordenadas. Eleva a un nivel más alto a todos los que
la aceptan. Bajo la influencia de Cristo se produce una obra de
constante refinamiento...
El que estaba tan interesado en que los hijos de Israel practicaran
hábitos de limpieza no sancionará ninguna impureza en los hogares
de su pueblo hoy. Dios mira con desaprobación la falta de limpieza
de cualquier clase. ¿Cómo podemos invitarlo a nuestros hogares a
menos que en ellos todo sea prolijo, limpio y puro?—
The Review
and Herald, 10 de junio de 1902
.
La ubicación del hogar
—Mejor que cualquier herencia de ri-
quezas que podáis dejar a vuestros hijos será la dádiva de un cuerpo
vigoroso, una mente sana y un carácter noble. Quienes comprendan