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Capítulo 25—Amor y sexualidad en la experiencia
humana
Nota:
Elena de White vivió y trabajó en una época en la que
se ejercía gran restricción al hablar en público o escribir acerca del
sexo y las relaciones sexuales entre los esposos.
Ella se había casado con Jaime White el 30 de agosto de 1846,
después de haber orado mucho y convencerse de que era el paso
correcto. Debiera notarse que hacía tiempo había comenzado su
ministerio, pues hacía veinte meses que había estado recibiendo
visiones del Señor. Como resultado de esta unión con Jaime White
dio a luz a cuatro hijos, nacidos en 1847, 1849, 1854 y 1860.
En la década de 1860—la década de dos visiones básicas sobre
reforma pro salud (6 de junio de 1863 y 25 de diciembre de 1865)—
Elena G. de White comenzó a tratar asuntos relacionados con el sexo.
Declaraciones posteriores desarrollaron más el tema. Al referirse
al acto sexual en el matrimonio empleó expresiones tales como “el
privilegio de la relación matrimonial”, “el privilegio de la relación
familiar” y “los privilegios sexuales”.
Para obtener un concepto exacto y equilibrado de las enseñanzas
de Elena de White en esta área delicada, deberían tomarse las decla-
raciones en conjunto. Debería observarse el equilibrio que se revela
en muchas de sus declaraciones. Debería tomarse nota cuidadosa
del significado de las palabras que utiliza.
A veces usa palabras tales como “pasión” y “propensiones”.
Con frecuencia se las califica con palabras tales como
inferiores,
animales, sensuales, depravadas, corruptas
. Este lenguaje fuerte
podría conducir a algunos lectores a suponer que se condenan
todas
las pasiones y que toda actividad sexual es mala. Las siguientes citas
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difícilmente apoyarían esta idea:
Dios requiere que Ud. no sólo controle sus pensamientos sino
también sus pasiones y sus afectos... La pasión y el afecto son
agentes poderosos... Cuide positivamente sus pensamientos, sus
pasiones y sus afectos. No los degrade para atender a la sensualidad.
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