Página 197 - Mente, C

Basic HTML Version

Amor y sexualidad en la experiencia humana
193
En una ocasión, cuando por causa de las demandas del trabajo
de ambos los separaba medio continente, en una carta a Jaime le
[225]
hizo esta confidencia:
Sentimos cada día un deseo muy ferviente de una cercanía mayor
a Dios. Mi oración cuando me acuesto, cuando me despierto de
noche, y cuando me levanto de mañana, es: Más cerca, oh Dios, de
ti, más cerca de ti, sí... Duermo sola. Esta parece ser la preferencia
de Mary y también la mía. Tengo más oportunidad para reflexionar
y orar. Aprecio el poder estar sola a no ser que tenga la gracia de tu
presencia. Quiero compartir mi cama sólo contigo.—
Carta 6, 1876
.
En ningún momento participó en enseñanzas que requerían un
tipo de relación platónica como de hermanos en el matrimonio ni
las aprobó. Al tratar con algunos que insistían en enseñanzas de este
tipo, Elena de White aconsejó en contra de esas ideas. Detenerse
en ellas, escribió, abre el camino para que Satanás obre “sobre la
imaginación de modo que el resultado será la impureza”, en vez de
la pureza.—
Carta 103, 1894
.
Para cada privilegio legítimo y dado por Dios, Satanás sugiere
una falsificación. Procura reemplazar los pensamientos santos y
puros con pensamientos impuros. Desea sustituir la santidad del
amor matrimonial con la permisividad, la infidelidad, los excesos y
la perversión; el sexo premarital, el adulterio, el animalismo dentro
y fuera del matrimonio, y la homosexualidad. A todas estas cosas se
refiere este capítulo.—Los compiladores.
(a) Lo positivo
(Palabras de privilegio y consejo)
Jesús y la relación familiar
—Jesús no impuso el celibato a
clase alguna de hombres. No vino para destruir la relación sagrada
del matrimonio, sino para exaltarla y devolverle su santidad origi-
nal. Mira con agrado la relación familiar donde predomina el amor
sagrado y abnegado.—
El hogar adventista, 106 (1894)
.
Había [Cristo] dispuesto que hombres y mujeres se unieran en el
santo lazo del matrimonio, para formar familias cuyos miembros, co-
ronados de honor, fueran reconocidos como miembros de la familia
celestial.—
El Ministerio de Curación, 275 (1905)
.
[226]