Página 207 - Mente, C

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Amor y sexualidad en la experiencia humana
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Algunos niños comienzan a practicar la contaminación propia
en su infancia; y al aumentar en años las pasiones lujuriosas crecen
con su crecimiento y se fortalecen con su fuerza. Sus mentes no
están tranquilas. Las señoritas desean la compañía de los varones, y
los varones la de las niñas. Su comportamiento no es reservado ni
modesto. Son atrevidos y audaces y se toman libertades indecentes.
El hábito del abuso propio ha rebajado sus mentes y ha manchado
sus almas.—
Testimonies for the Church 2:481 (1870)
.
La actividad sexual antes del casamiento (consejo a un joven
[237]
adventista del séptimo día)
—Pocas tentaciones son más peligrosas
o más fatales para los jóvenes que la tentación a la sensualidad, y
ninguna será, si se cede a ella, más decididamente ruinosa para el
alma y el cuerpo por el tiempo y la eternidad...
Me fue mostrado cuando tú estabas en compañía de ella en horas
de la noche; tú sabes mejor de qué manera pasaban esas horas. Tú me
llamaste para preguntarme si habías quebrantado los mandamientos
de Dios. Te pregunto: ¿No los has quebrantado?
¿Cómo han usado sus horas juntos noche tras noche? ¿Fueron
tus actitudes, tus posiciones, tus afectos, tales que desearías que
fueran registrados todos en los libros del cielo? Yo vi y oí cosas que
harían sonrojar a los ángeles...Ningún joven debería hacer lo que tú
hiciste con ella, a menos que estés casado con ella; y me sorprendió
que no percibieras el asunto más claramente.
Te escribo ahora para rogarte por amor a tu alma que no te
entretengas más con la tentación. Haz una obra rápida en quebrar
este hechizo que como una terrible pesadilla ha estado sobre ti.
Libérate ahora y para siempre, si tienes algún deseo del favor de
Dios...
Has pasado horas de la noche en compañía de ella porque ambos
estaban apasionados. En el nombre del Señor, termina tus atenciones
a ella o cásate con ella... Sería mejor que te casaras con ella que
estar en su compañía y conducirte como sólo un hombre y su esposa
deberían hacerlo cuando están juntos...
Si durante tu vida deseas gozar de la compañía de ella como
parece que ahora la estás gozando, fascinado con ella, ¿por qué no
dar un paso más allá de los que ya has dado, y te haces su legítimo
protector y tienes el derecho indiscutido de dedicar las horas que