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Mente, Cáracter y Personalidad 1
y las facultades morales se debilitarán de tal modo que lo sagrado y
lo común se pondrán al mismo nivel.—
Carta 2, 1873
.
La masturbación
—Jóvenes y niños de ambos sexos parti-
cipan de la contaminación moral, y practican el asqueroso vicio
solitario destructor de cuerpo y alma.
Muchos de los que profesan ser cristianos están tan atontados
por la misma práctica que sus sensibilidades morales no pueden ser
despertadas para comprender que es pecado, y que si persisten en
ello terminarán de seguro por destruir completamente el cuerpo y la
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mente. ¡El hombre, el ser más noble de la tierra, formado a la imagen
de Dios, se transforma en una bestia, se embrutece y corrompe!
Cada cristiano tendrá que aprender a refrenar sus pasiones y a
guiarse por los buenos principios. A menos que lo haga, es indigno
del nombre de cristiano.
Algunos que ostensiblemente profesan el cristianismo no com-
prenden el pecado del abuso propio y sus resultados inevitables. Un
hábito inveterado ha cegado su entendimiento. No se dan cuenta del
carácter excesivamente pecaminoso de este pecado degradante que
enerva y destruye su fuerza nerviosa y cerebral.
Los principios morales se debilitan excesivamente cuando están
en conflicto con un hábito inveterado. Los solemnes mensajes del
cielo no pueden impresionar con fuerza el corazón que no está
fortificado contra la práctica de este vicio degradante. Los nervios
sensibles del cerebro han perdido su tonicidad por la excitación
mórbida destinada a satisfacer un deseo antinatural de complacencia
sensual. Los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo
entre sí son el único medio por el cual el cielo puede comunicarse
con el hombre, y afectan su vida más íntima.
Cualquier cosa que perturbe la circulación de las corrientes eléc-
tricas del sistema nervioso, disminuye la fuerza de las potencias
vitales, y como resultado se atenúa la sensibilidad de la mente.—
Joyas de los Testimonios 1:253, 254 (1870)
.
Nota:
La autora trata este tema extensamente en
Joyas de los testimonios 1:253-260
,
Testimonies 2:480-482
, y en el folleto agotado
An Appeal to Mothers
[Una súplica a
las madres] (1864). Véase
La conducción del niño,
Sección XVI, “Preservación de la
integridad moral”, p. 410-441, para tener un panorama completo del tema extraído de
fuentes publicadas e inéditas.—Los compiladores.