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Mente, Cáracter y Personalidad 1
bilidad. “¿Qué necesidad hay—dicen—de un aumento de conoci-
miento y experiencia?”
Esto lo explica todo. Se sienten ricos y enriquecidos, sin nece-
sidad de ninguna cosa, mientras que el Cielo los declara pobres,
miserables, cuitados y desnudos. El Testigo fiel les dice: “Yo te
amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas
hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se des-
cubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para
que veas”.
Apocalipsis 3:18
. Vuestra misma complacencia propia
demuestra que lo necesitáis todo. Estáis espiritualmente enfermos, y
necesitáis a Jesús como vuestro médico.—
Joyas de los Testimonios
2:98 (1882)
.
Peligros de la adulación propia
—Es difícil comprendernos a
nosotros mismos, tener un conocimiento correcto de nuestro propio
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carácter. La Palabra de Dios es clara, pero a menudo se comete un
error al aplicarla a uno mismo. Existe la posibilidad de engañarse a
sí mismo y pensar que las advertencias y reproches no se dirigen a
uno. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo entenderá?”
Jeremías 17:9
. La adulación propia puede
ingresar en las emociones y el celo cristianos. El amor propio y
la confianza propia pueden darnos la seguridad de que estamos en
lo correcto cuando estamos lejos de satisfacer los requisitos de la
Palabra de Dios.—
Testimonies for the Church 5:332 (1885)
.
La influencia ruinosa de la exaltación propia sobre la men-
te
—Tan profunda es la impresión que la exaltación propia produce
en el corazón humano, tan grande el deseo de poder humano, que en
muchos, la mente, el corazón y el alma son absorbidos por la idea
de gobernar y mandar. Nada puede destruir esta ruinosa influencia
sobre la mente humana sino el buscar al Señor para obtener el coli-
rio celestial. Sólo el poder de la gracia divina puede lograr que el
hombre comprenda su verdadera situación y realizar en su favor la
obra esencial que debe ser hecha en el corazón.—
Carta 412, 1907
.
Evitar los extremos de la confianza propia (consejos a un
ejecutivo)
—Si usted se forma una opinión demasiado elevada de
sí mismo, pensará que sus labores son de consecuencias mayores
de lo que realmente son, y aducirá una independencia individual
que roza con la arrogancia. Si se va al otro extremo y se forma una
opinión demasiado baja de sí mismo, se sentirá inferior y dejará una