Página 44 - Mente, C

Basic HTML Version

40
Mente, Cáracter y Personalidad 1
Moldear las circunstancias que nos rodean en vez de ser
moldeados por ellas
—Hay males que el hombre puede aminorar
pero nunca eliminar. Ha de vencer los obstáculos y moldear sus
circunstancias en vez de ser moldeado por ellas. Tiene lugar para
ejercitar sus talentos creando orden y armonía de la confusión. En
esta obra puede tener la ayuda divina si la pide. No es abandonado
para luchar con la tentación y las pruebas con sus propias fuerzas.
Hay ayuda disponible en Uno que es poderoso. Jesús abandonó las
[37]
cortes reales del cielo y sufrió y murió en un mundo degradado por
el pecado para poder enseñar al hombre cómo pasar por las prue-
bas de la vida y vencer las tentaciones. Aquí hay un modelo para
nosotros.—
Testimonies for the Church 5:312 (1885)
.
Dios desea que la mente se renueve
—La escoria de los princi-
pios y las prácticas dudosos, debe ser barrida. El Señor quiere que
la mente se renueve, y que el corazón sea lleno de los tesoros de
verdad.—
Nuestra Elavada Vocacion, 108 (1901)
.
Tratar juiciosamente con las diferentes mentes
—Todos ne-
cesitamos estudiar el carácter y las maneras para poder saber cómo
tratar juiciosamente con las diferentes mentes, para poder usar nues-
tras mejores capacidades en ayudarles a llegar a una comprensión
correcta de la Palabra de Dios y a una verdadera vida cristiana. De-
beríamos leer la Biblia con ellos y alejar sus mentes de las cosas
temporales y llevarlos hacia los intereses eternos. Es el deber de
los hijos de Dios ser misioneros para El, relacionarnos con los que
necesitan ayuda. Si uno está vacilando bajo la tentación, su caso
debiera ser tomado cuidadosamente y atendido sabiamente; pues sus
intereses eternos están en juego, y las palabras y los actos de quienes
trabajan por él pueden ser un sabor de vida para vida o de muerte
para muerte.—
Testimonies for the Church 4:69 (1876)
.
Principios inflexibles señalan a los discípulos de Jesús
—Una
fidelidad inquebrantable a los principios ha de señalar la conducta
de aquellos que se sientan a los pies de Jesús y aprenden de él.—
The
Review and Herald, 20 de junio de 1882
;
Nuestra Elavada Vocacion,
162
.
[38]