Página 47 - Mente, C

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La mente fanática
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fueran advertidas, y que la verdad bíblica sería pervertida.—
Carta
12, 1909
.
Naturalmente combativos
—Algunos son naturalmente comba-
tivos. No les importa si están en armonía con sus hermanos o no. Les
gusta entrar en controversia, pelear por sus ideas particulares; pero
ellos deberían dejar esto a un lado pues no desarrollan las gracias
cristianas. Trabaje con todas sus fuerzas para responder a la oración
de Cristo, que sus discípulos sean uno, como El es uno con el Padre.
Ni uno de nosotros está seguro a menos que aprendamos diariamente
de Cristo su humildad y mansedumbre.
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En su trabajo no sea dictatorial, no sea severo, no sea hostil.
Predique el amor de Cristo, y esto derretirá y suavizará los corazones.
Busque tener una sola mente y un solo juicio con sus hermanos y
decir lo mismo. Hablar acerca de divisiones porque no todos tienen
las mismas ideas que se le presentan a usted en su mente, no es
la obra de Dios sino del enemigo. Hable la sencilla verdad en la
que pueden estar de acuerdo. Hable de unidad; no sea estrecho ni
engreído; permita que su mente se amplíe.—
Manuscrito 111, 1894
.
Seguir una norma propia
—Muchos, muchos confían en su
propia justicia. Establecen una norma para sí mismos y no se some-
ten a la voluntad de Cristo ni permiten que El los vista con el manto
de su justicia. Forman caracteres de acuerdo con su propia voluntad
y placer. Satanás se complace con su religión. Representan mal el
carácter perfecto—la justicia—de Cristo. Engañados ellos mismos,
engañan también a otros. No son aceptados por Dios. Son respon-
sables de desviar a otras almas por senderos falsos. Al fin recibirán
su recompensa con el gran engañador, Satanás.—
Manuscrito 138,
1902
.
La reacción de un fanático
—Pocos años después, un hombre
llamado N, de la localidad de Red Bluff, California, vino a verme
para presentarme su mensaje... Pensaba que Dios había pasado por
alto a todos los dirigentes y que le había dado a él ese mensaje.
Intenté demostrarle que estaba equivocado... Cuando le expusimos
nuestras razones y analizamos la situación con él y le demostramos
que estaba equivocado, realizó una gran demostración de poder y
por cierto que gritó en alta voz... Tuvimos muchas dificultades con
él; su mente se trastornó y debió ser internado en un hospital para
enfermos mentales.—
Mensajes Selectos 2:73
.