Página 94 - Mente, C

Basic HTML Version

90
Mente, Cáracter y Personalidad 1
los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.—
The Review and Herald,
8 de abril de 1884
.
El estudio de la Biblia produce mentes bien equilibradas
Los que están bajo el adiestramiento del Espíritu Santo serán capaces
de enseñar la Palabra con inteligencia. Y cuando se la hace el libro
de texto, con fervientes súplicas por la conducción del Espíritu y con
una completa entrega del corazón para ser santificado por la verdad,
realizará todo lo que Cristo prometió.
El resultado de tal estudio de la Biblia será mentes bien equilibra-
das; porque se desarrollarán armoniosamente las facultades físicas,
mentales y morales. No habrá parálisis en el conocimiento espiritual.
Se aguzará la comprensión, se despertará la sensiblidad, se sensibili-
zará la conciencia, se purificarán las simpatías y los sentimientos,
se creará una atmósfera moral mejor, y se impartirá un nuevo poder
para resistir la tentación.—
Fundamentals of Christian Education,
433, 434 (1896)
.
Un antídoto para las insinuaciones ponzoñosas
—Cuando la
mente es aprovisionada con la verdad bíblica, sus principios arraigan
profundamente en el alma, y la preferencia y los gustos se entrelazan
[99]
con la verdad, y no hay deseo de publicaciones rebajantes y excita-
doras, que debilitan las facultades morales y destruyen los dones que
Dios ha derramado para ser utilizados con fidelidad. El conocimien-
to bíblico resultará un antídoto contra las venenosas insinuaciones
recibidas a través de una lectura incontrolada...—
The Review and
Herald, 9 de noviembre de 1886
;
Nuestra Elavada Vocacion, 204
.
Protege de la superstición
—Si las enseñanzas de esta Palabra
fueran la influencia controladora de nuestras vidas, si la mente y
el corazón fueran sometidas a su poder restrictivo, los males que
ahora existen en las iglesias y en las familias no encontrarían lugar...
Las enseñanzas de la Palabra de Dios han de controlar la mente y el
corazón, para que la vida hogareña demuestre el poder de la gracia
de Dios...
Sin la Biblia seríamos confundidos por las falsas teorías. La
mente estaría sujeta a la tiranía de la superstición y la falsedad.
Pero poseyendo una historia auténtica del comienzo del mundo, no
necesitamos enredarnos con conjeturas humanas y teorías indignas
de confianza.—
The Review and Herald, 10 de noviembre de 1904
.