Capítulo 15—Cuando la iglesia despiert
Se necesita la oración en la vida del hogar, en la vida de la
iglesia, en la vida misionera. Se entiende sólo débilmente la eficacia
de la oración ferviente. Si la iglesia fuera fiel en la oración, no se la
encontraría descuidada en tantas cosas, pues la fidelidad en implorar
a Dios dará ricos resultados.
Cuando la iglesia despierte al sentido de su santa vocación,
mucho más fervientes y efectivas oraciones ascenderán al cielo para
que el Espíritu Santo indique la obra y el deber del pueblo de Dios
acerca de la salvación de las almas. Tenemos la promesa permanente
de que Dios se acercará a toda alma que lo busque.
La iglesia necesita ser engendrada otra vez en una esperanza viva
“por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible”.
1 Pedro 1:3, 4
. Cuan-
do la iglesia se despierte a la comprensión de lo que debe hacerse
en nuestro mundo, los miembros tendrán afán por las almas de los
que no conocen a Dios y que, en su ignorancia espiritual, no pueden
comprender la verdad para este tiempo. La abnegación y el sacrificio
del yo han de entretejerse en toda nuestra experiencia. Hemos de
orar y velar en oración para que no haya inconsistencia en nuestra
vida. No debemos dejar de mostrar a otros que comprendemos que
velar y orar significa vivir nuestras oraciones ante Dios, para que
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pueda contestarlas.
La iglesia no retrocederá mientras los miembros busquen ayuda
del trono de gracia para que no fracasen en cooperar en la gran
obra de la salvación de las almas que están al borde de la ruina.
Los miembros de una iglesia activa y trabajadora comprenderán que
están llevando el yugo de Cristo y tirando con él.
El universo celestial espera que haya canales consagrados por
los cuales Dios pueda comunicarse con su pueblo y mediante él con
el mundo. Dios obrará mediante una iglesia consagrada y abnegada,
y revelará su Espíritu en una forma visible y gloriosa, especialmente
Apareció en
Notebook Leaflets,
Experiencia Cristiana, No. 16.
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