Página 139 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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La protección de la nueva experiencia
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El Señor quiere que los docentes consideren que su ejemplo es
contagioso. Necesitan orar mucho más y considerar que las convic-
ciones que emanan de una vida bien ordenada y una conversación
piadosa, de un cristianismo decidido y viviente, son la preparación
del huerto del corazón para las semillas de la verdad que se han de
plantar para una cosecha fructífera, y para el Sol de Justicia cuando
venga trayendo salud en sus rayos. Brille de tal modo su justicia
delante de los hombres, “que vean vuestras buenas obras, y glorifi-
quen a vuestro Padre que está en los cielos”.
Mateo 5:16
. “Vosotros
sois—dijo Cristo a sus discípulos—, la sal de la tierra; pero si la sal
se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino
para ser echada fuera y hollada por los hombres”.
Mateo 5:13
. La
iglesia ilumina al mundo, no por su profesión de piedad, sino por la
manifestación del poder de la verdad que transforma y santifica la
vida y el carácter...
Ciertamente, el tiempo está demasiado lleno de señales del con-
flicto venidero para que eduquemos a la juventud en diversiones y
juegos.—
Carta 46, 1893
.
El peligro de que la luz se vuelva tinieblas
El Señor ha condescendido en daros un derramamiento de su
Santo Espíritu. En el congreso y en nuestras diversas instituciones,
una gran bendición ha sido derramada con abundancia sobre vo-
sotros. Habéis sido visitados por los mensajeros celestiales de luz,
verdad y poder, y no debiera pensarse que es extraño que Dios os
bendiga así. ¿Cómo hace Cristo para que su pueblo le sea sumiso?
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Mediante el poder de su Espíritu Santo, pues el Espíritu Santo, por
medio de las Escrituras, habla a la mente e impresiona la verdad en
el corazón de los hombres. Antes de su crucifixión, Cristo prometió
que el Consolador sería enviado a sus discípulos. Dijo: “Os conviene
que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a
vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, conven-
cerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio... Cuando venga el
Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará
de lo mío, y os lo hará saber”.
Juan 16:7, 8, 13, 14
.