Capítulo 20—Nuestra actitud hacia la controversia
doctrinal
“El continuo” de Daniel 8
Tengo palabras que presentar a mis hermanos de los cuatro
puntos cardinales. Pido que mis escritos no sean usados para definir
cuestiones sobre las cuales ahora hay mucha controversia. Ruego
a los pastores H, I, J y otros de nuestros hermanos dirigentes que
no hagan referencia a mis escritos para sostener sus puntos de vista
sobre “el continuo”.
Se me ha presentado que no es un tema de importancia vital. Se
me ha instruido que nuestros hermanos están cometiendo un error
al magnificar la importancia de la diferencia en los puntos de vista
que se sostienen. No puedo consentir que ninguno de mis escritos
sea tomado para definir este asunto. El verdadero significado de “el
continuo” no ha de convertirse en una piedra de toque.
Ahora pido que mis hermanos del ministerio no usen mis escritos
en sus argumentos en cuanto a esta cuestión [el continuo], pues no
he recibido instrucción sobre este punto en discusión y no veo
necesidad de la controversia. El silencio es elocuencia acerca de este
asunto en las condiciones actuales.
Se agrada al enemigo de nuestra obra cuando puede usarse un
tema de menor importancia para distraer la mente de nuestros her-
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manos de las grandes cuestiones que debieran ser el corazón de
nuestro mensaje. Como éste no es una piedra de toque, ruego a mis
hermanos que no permitan que triunfe el enemigo al tratar el tema
como si fuera importante.
Las cuestiones verdaderamente decisivas
La obra que el Señor nos ha dado en este tiempo es presentar
a la gente la verdadera luz acerca de las cuestiones vitales de la
obediencia y la salvación: los mandamientos de Dios y el testimonio
de Jesucristo.
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