Página 185 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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El peligro de los extremismos
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entre el paciente y el Médico que discierne todas las necesidades del
alma. Cristo, el Médico del alma, entiende sus defectos y sus males,
y sabe cómo curar lo que ha adquirido con su propia sangre. El
puede suplir perfectamente lo que le falta al alma. Pero los hombres
se ocupan tanto de lo que no les corresponde, quieren hacer tanto,
que se exceden y no le dan lugar a Cristo para que actúe.
Cristo puede hacer mejor que nadie cualquier moldeamiento y
corrección que se necesiten efectuar en el alma. Quizá la convicción
no sea profunda, pero si el pecador viene a Cristo, viéndolo en la
cruz, el justo muriendo por los injustos, la escena derribará cada
barrera. Cristo ha tomado a su cargo la obra de salvar a todos los
que confían en él para su salvación. Ve los errores que necesitan ser
corregidos, los males que deben ser reprimidos. Vino para buscar
y salvar lo que se había perdido. “Al que a mí viene—dice—no le
echo fuera”.
Juan 6:37
.
Por la bondad y misericordia de Cristo, el pecador ha de ser
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restaurado al favor divino. Dios, en Cristo, diariamente está rogando
a los hombres que se reconcilien con él. Con los brazos extendidos,
está listo para recibir y dar la bienvenida no sólo al pecador sino
al pródigo. Su amor agonizante, manifestado en el Calvario, es la
seguridad que tiene el pecador de aceptación, paz y amor. Enseñe Ud.
estas cosas en la forma más sencilla para que el alma entenebrecida
por el pecado pueda ver la luz que brilla del Calvario.
Satanás está trabajando en muchas formas para que los mismos
hombres que debieran predicar el mensaje estén ocupados con teorías
hábilmente confeccionadas que él hará que parezcan de tal magnitud
e importancia como para llenar toda la mente. Y al paso que piensan
que están dando grandes y maravillosos pasos en su vida cristiana,
están idolatrando unas pocas ideas, y se daña su influencia y tiene
poco peso del lado del Señor.
Que cada ministro haga esfuerzos decididos para estar seguro de
lo que es la mente de Cristo. A menos que la mente de Ud. sea más
equilibrada en algunas cosas, su conducta lo separará de la obra y
no sabrá en qué tropieza. Expondrá ideas que le hubiera sido mejor
no haber originado nunca.
Hay quienes toman de la Palabra de Dios, y también de los
testimonios, párrafos aislados u oraciones que se pueden interpretar
para adaptarlos a sus ideas, se detienen en ellos y se fundamentan en