Página 203 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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El alfa y la omega
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ideas brillantes y chispeantes. Los que escuchan y acceden llegarán
a ser seducidos como Eva lo fue por las palabras de la serpiente.
No pueden escuchar las seductoras especulaciones filosóficas y al
mismo tiempo mantener con claridad en su mente la palabra del
Dios viviente.
Nuestros médicos han perdido mucho en sus vidas porque han
visto transacciones erróneas y han oído palabras equivocadas, y han
visto que se han seguido principios erróneos, y no los han reprochado
por temor de ser rechazados.
Exhorto a los que han estado relacionados con esas activas in-
fluencias, que quebranten el yugo al cual han estado sometidos por
mucho tiempo y se presenten como hombres libres en Cristo. Nada
sino un determinado esfuerzo destruirá el ensalmo que está sobre
ellos.
[231]
Se ve ahora el alfa
No os engañéis, muchos se apartarán de la fe prestando atención
a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. Tenemos ahora
delante de nosotros el alfa de ese peligro. La omega será de una
naturaleza asombrosísima.
Necesitamos estudiar las palabras que pronunció Cristo en la
oración que ofreció precisamente antes de su juicio y crucifixión.
“Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre,
la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te
glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que
dé vida eterna a todos los que le diste. Y ésta es la vida eterna: que
te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me
diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú para contigo,
con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He
manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos
eran, y me los diste, y han guardado tu palabra”.
Juan 17:1-6
.
Los cristianos han de manifestar piedad
La perfección de Dios es absoluta. Esa perfección caracteriza
todas sus obras, todas sus leyes. Así como es Dios, así debe ser
su pueblo. La vida de Cristo se ha de revelar en las vidas de sus