La inspiración de los escritores proféticos
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significado, y luego se atrincherará en la incredulidad pretendiendo
que los conceptos son todos erróneos.
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Esta es la forma en que son tratados mis escritos por los que
desean entenderlos mal y pervertirlos. Convierten la verdad de Dios
en mentira. En la misma forma en que tratan lo escrito en mis
artículos publicados y en mis libros, así tratan la Biblia los escépticos
e incrédulos. La leen de acuerdo con su deseo de pervertir, aplicar
mal o voluntariamente distorsionar las declaraciones de su verdadero
significado. Afirman que la Biblia puede probar cualquier cosa y
todas las cosas, que cada secta demuestra que su doctrina es correcta
y que las más diversas doctrinas se prueban mediante la Biblia.
Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas con
lenguaje humano. Fue escrita por seres humanos. Ellos fueron ins-
pirados por el Espíritu Santo. Debido a las imperfecciones de la
comprensión humana del lenguaje, o a la perversidad de la mente
humana, ingeniosa para eludir la verdad, muchos leen y entienden la
Biblia para agradarse a sí mismos. No es que la dificultad esté en la
Biblia. Los políticos adversarios arguyen acerca de puntos de la ley
en los códigos y defienden puntos de vista opuestos en su aplicación
de esas leyes.
Las Escrituras fueron dadas a los hombres, no en una cadena
continua de declaraciones ininterrumpidas, sino parte tras parte a
través de generaciones sucesivas, a medida que Dios en su providen-
cia veía una oportunidad adecuada para impresionar a los hombres
en varios tiempos y en diversos lugares. Los hombres escribieron a
medida que fueron movidos por el Espíritu Santo. Hay primero el
brote, después el capullo y después el fruto; “primero hierba, luego
espiga, después grano lleno en la espiga”. Esto es exactamente lo
que son las declaraciones de la Biblia para nosotros.
No siempre hay orden perfecto o aparente unidad en las Escri-
turas. Los milagros de Cristo no son presentados en orden exacto,
sino que son dados así como ocurrieron las circunstancias que de-
mandaron la revelación divina del poder de Cristo. Las verdades de
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la Biblia son como perlas ocultas. Deben ser buscadas, extraídas
mediante esfuerzos concienzudos. Los que tan sólo dan un vistazo a
las Escrituras, con un conocimiento superficial que piensan que es
muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen
en duda la autoridad de las Escrituras. Pero aquellos cuyo corazón