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Mensajes Selectos Tomo 1
está en armonía con la verdad y el deber, escudriñarán las Escritu-
ras con un corazón preparado para recibir impresiones divinas. El
alma iluminada ve una unidad espiritual, una gran hebra de oro que
corre por todo el conjunto, pero se requieren paciencia, meditación
y oración para rastrear la preciosa hebra áurea. Algunas contiendas
ásperas en cuanto a la Biblia han resultado en investigaciones que
han revelado las preciosas joyas de verdad. Muchas lágrimas se han
derramado, muchas oraciones se han ofrecido para que el Señor
abriera la comprensión de su Palabra.
La Biblia no nos es dada en un grandioso lenguaje sobrehumano.
Jesús tomó la humanidad a fin de llegar hasta el hombre donde éste
está. La Biblia debió ser dada en el lenguaje de los hombres. Todo
lo que es humano es imperfecto. Diferentes significados se expresan
con la misma palabra: no hay una palabra para cada idea distinta. La
Biblia fue dada con propósitos prácticos.
Las impresiones de las mentes son diferentes. No todos en-
tienden de la misma manera las expresiones y asertos. Algunos
entienden las declaraciones de las Escrituras para que se ajusten a su
propia mente particular y a su propio caso. Las predisposiciones, los
prejuicios y las pasiones ejercen una poderosa influencia para oscu-
recer el entendimiento y confundir la mente, aun al leer las palabras
de las Sagradas Escrituras.
Los discípulos que iban a Emaús necesitaron ser desenredados
en su interpretación de las Escrituras. Jesús caminó con ellos bajo la
apariencia de un hombre que conversaba con ellos. Comenzando con
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Moisés y los profetas los instruyó en todas las cosas concernientes
a él mismo: que su vida, su misión, sus sufrimientos, su muerte,
fueron precisamente como había predicho la Palabra de Dios. Les
abrió el entendimiento para que pudieran entender las Escrituras.
Cuán rápidamente enderezó los extremos enredados y mostró la
unidad y veracidad divina de las Escrituras. Cuántos hombres en
estos tiempos necesitan que se abra su entendimiento.
La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la
forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la
humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia
los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios
no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de
palabras, de lógica, de retórica. Los escritores de la Biblia eran