Página 320 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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Mensajes Selectos Tomo 1
de sus discípulos: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.
Juan 17:17
.
Los padres debieran criar a sus hijos en el conocimiento y ad-
monición del Señor, educándolos para que cumplan con amor la
voluntad de Dios. Es imposible que estimemos en demasía las ven-
tajas de la piedad juvenil. Las impresiones recibidas en la juventud
son para muchos tan perdurables como la eternidad. En la juventud
es cuando los estatutos y mandamientos de Dios se graban más
fácilmente en las tablas del alma. Se ha descuidado grandemente la
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instrucción de los niños. No se les ha presentado la justicia de Cristo
como debiera haberse hecho.
Se nos da el tiempo de gracia a fin de que podamos perfeccionar
un carácter adecuado para la eternidad. Padres, ¡cuán solemne es el
pensamiento de que vuestros hijos están en vuestras manos para que
los eduquéis y preparéis a fin de que puedan desarrollar caracteres
que aprobará Dios, o caracteres con los cuales podrán jugar a su
antojo Satanás y sus ángeles! Jesús hablaba desde la columna de
nube y de fuego, y ordenó a su pueblo que instruyera a sus hijos
diligentemente en cuanto a los mandamientos de Dios. ¿Quiénes
están obedeciendo esa instrucción? ¿Quiénes están procurando hacer
que sus hijos sean tales que resulten aprobados por Dios? ¿Quié-
nes recuerdan siempre el pensamiento de que todos los talentos y
dones de sus hijos pertenecen a Dios y debieran ser plenamente
consagrados a su servicio?
Ana consagró a Samuel al Señor, y Dios se le reveló a él en su
niñez y juventud. Debemos trabajar mucho más por nuestros niños y
jóvenes, pues Dios los aceptará para que hagan grandes cosas en su
nombre, enseñando la verdad en países extranjeros a los que están
en las tinieblas del error y de la superstición. Si mimáis a vuestros
hijos, complaciendo sus deseos egoístas, si fomentáis en ellos el
amor al vestido y desarrolláis la vanidad y el orgullo, haréis una obra
que chasqueará a Jesús, quien ha pagado un precio infinito por la
redención de ellos. El desea que los niños le sirvan con un afecto
indiviso.
Padres, hay una gran obra que debéis hacer para Jesús, quien ha
hecho todo por vosotros. Tomadlo como a vuestro guía y ayudador.
Dios no ha retenido de vosotros el máximo don que tenía para dar:
su Hijo unigénito. Los niños y jóvenes no deben ser estorbados en su