La verdad tal como es en Jesús
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La santificación es la obra de toda la vida
La obra de la santificación es la obra de toda una vida. Debe
proseguir continuamente, pero no puede progresar en el corazón
mientras sea rechazada o descuidada la luz de cualquier parte de
la verdad. El alma santificada no estará contenta de permanecer
en la ignorancia, sino que deseará caminar en la luz y buscar una
luz mayor. Así como el minero cava en procura de oro y plata, así
también el seguidor de Cristo buscará la verdad como si fuera un
tesoro escondido, y avanzará de una luz a una luz mayor, aumentando
siempre su conocimiento. Crecerá continuamente en gracia y en el
conocimiento de la verdad. Debe ser vencido el yo. Cada defecto
de carácter debe ser detectado en el gran espejo de Dios. Podemos
descubrir si estamos condenados o no por la norma del carácter de
Dios.
Si estáis condenados, no hay sino un camino a seguir: debéis
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arrepentiros ante Dios por la transgresión de su ley, y debéis tener fe
en nuestro Señor Jesucristo como en el único que puede limpiar de
pecado. Si queremos ganar el cielo, debemos ser obedientes a los
santos requerimientos de Dios. Los que se esfuerzan legítimamente,
no se esforzarán en vano. Creed tan sólo en la verdad tal como es
en Jesús, y seréis fortalecidos para la batalla contra los poderes de
las tinieblas. Los luchadores de antaño se esforzaban por obtener
una corona perecedera. ¿Y no debiéramos esforzarnos para ganar la
corona inmarcesible?
Cada artimaña y maquinación de Satanás serán usadas para
realizar nuestra ruina. Si os quedáis con los despreocupados teniendo
en vuestros labios las palabras “estoy salvado”, y no prestáis atención
a los mandamientos de Dios, os perderéis eternamente. Hay verdad
en Jesús que es terrible para los despreocupados y negligentes.
Hay verdad en Jesús que está plena de reconfortante gozo para el
obediente. Es el gozo del Espíritu Santo. Por lo tanto, estad seguros
de abrir la mente y el corazón para que veáis cada rayo de luz que
brilla del trono de Dios.
No hay tiempo para ser indiferentes, descuidados ni amantes del
placer. Cristo viene con poder y grande gloria. ¿Estáis listos? ¿Os
estáis desprendiendo de vuestros pecados? ¿Estáis siendo santifica-
dos por la verdad en respuesta a la oración de Cristo? El oró acerca