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Mensajes Selectos Tomo 1
esto, la iglesia se encontraba falta. ¿Cuál es la fatal deficiencia? “Has
dejado tu primer amor”. ¿No es éste nuestro caso? Nuestras doctrinas
pueden ser correctas; podemos aborrecer las falsas doctrinas y no
recibir a los que no son leales a los principios; podemos trabajar con
energía incansable; pero aun esto no es suficiente. ¿Cuál es nuestro
motivo? ¿Por qué se nos llama al arrepentimiento? “Has dejado tu
primer amor”.
Estudie cada miembro de iglesia esta importante amonestación
y reproche. Vea cada uno si al contender por la verdad, si al debatir
acerca de la teoría, no ha perdido el tierno amor de Cristo. ¿No
ha sido dejado Cristo fuera de los sermones y del corazón? ¿No
hay peligro de que muchos avancen en una profesión de la verdad,
haciendo obra misionera, al paso que el amor de Cristo no ha sido
entretejido en el trabajo? Esta solemne amonestación del Testigo
fiel significa mucho. Demanda que recordéis de dónde habéis caído
y os arrepintáis y hagáis las primeras obras, “pues si no—dice el
Testigo fiel—vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar,
si no te hubieras arrepentido”.
Apocalipsis 2:5
. ¡Ojalá la iglesia
comprendiera la necesidad que tiene de recuperar su primer amor
ferviente! Cuando éste falta, son insuficientes todas las otras virtudes.
La exhortación al arrepentimiento es tal que no puede ser desoída
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sin peligro. No es suficiente una creencia en la teoría de la verdad. El
presentar esa teoría a los incrédulos no os constituye en testigos para
Cristo. La luz que alegró vuestro corazón cuando comprendisteis
por primera vez el mensaje para este tiempo es un elemento esencial
en vuestra experiencia y trabajos, y esto se ha perdido de vuestro
corazón y de vuestra vida. Cristo contempla vuestra falta de celo, y
declara que habéis caído y estáis en una posición peligrosa.
Presentad juntos el amor y la ley
Al presentar las demandas vigentes de la ley, muchos han dejado
de describir el infinito amor de Cristo. Los que tienen verdades tan
grandes, reformas tan decisivas que presentar a la gente, no han
comprendido el valor del Sacrificio expiatorio como una expresión
del gran amor de Dios al hombre. El amor a Jesús y el amor de Jesús
por los pecadores fueron eliminados de la experiencia religiosa de
los que han sido comisionados para predicar el Evangelio, y el yo ha