Página 42 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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Mensajes Selectos Tomo 1
de un tiempo, se construyó el Asilo de Salud de Cooranbong y así
quedamos aliviados de esa preocupación.
Nada de pretensiones jactanciosas
Nunca he pretendido ser profetisa. Si otros me llaman así, no
les discuto. Pero mi obra ha abarcado tantos aspectos, que no puedo
llamarme sino mensajera, enviada para dar un mensaje del Señor a
su pueblo y para ocuparme de cualquier actividad que él me señale.
La última vez que estuve en Battle Creek, dije delante de una
gran congregación que no pretendía ser profetisa. Dos veces me refe-
rí a este asunto, con el propósito de hacer cada vez esta declaración:
“No pretendo ser profetisa”. Si digo algo diferente a esto, entiendan
todos ahora que lo que quería decir era que no pretendo el título de
profeta o profetisa.
Entendí que algunos estaban ansiosos de saber si la Sra. de White
sostenía todavía los mismos puntos de vista de hace años cuando la
oyeron hablar en la arboleda del sanatorio, en el tabernáculo y en los
congresos celebrados en los suburbios de Battle Creek. Les aseguré
que el mensaje que ella presenta hoy es el mismo que ha estado
dando durante los sesenta años de su ministerio público. Tiene el
mismo servicio que hacer para el Maestro que el que le fue confiado
en su adolescencia. Ella recibe lecciones del mismo Instructor. Las
direcciones que se le dan son: “Haz conocer a otros lo que te he
revelado. Redacta los mensajes que te doy, para que la gente pueda
tenerlos”. Esto es lo que se ha esforzado por hacer ella.
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He escrito muchos libros y se los ha hecho circular ampliamente.
De mí misma, yo no podría haber puesto la verdad en esos libros,
pero el Señor me ha dado la ayuda de su Espíritu Santo. Esos libros,
que dan la instrucción que el Señor me ha dado durante los últimos
sesenta años, contienen luz del cielo y soportarán la prueba de la
investigación.
Sigo aún trabajando con esfuerzo a la edad de setenta y ocho
años. Estamos todos en las manos del Señor. Confío en él, porque
sé que nunca dejará o abandonará a los que ponen su confianza en
él. Me he entregado a su cuidado.