Página 87 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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El amoroso cuidado de Jesús
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estaban sin el manto de la justicia de Cristo y que había sangre de
otras almas sobre sus atavíos.
Fueron dejados cuando Cristo tomó a sus elegidos, pues no
estaban preparados. Habían dado al yo el primer lugar en su vida,
y cuando vino el Salvador, no estaban preparados para encontrarse
con él.
Me desperté con el cuadro grabado en mi mente del rostro de
ellos señalado por la agonía. No puedo borrar esa impresión. Quisie-
ra poder describir la escena que se me presentó. Oh, cuán triste fue el
chasco de los que no habían aprendido por experiencia el significado
de las palabras: “Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con
Cristo en Dios”.
Colosenses 3:3
.
Hay muchos que profesan ser cristianos que no tienen un cono-
cimiento experimental de Cristo. ¡Oh, cómo me duele el corazón
por esas pobres y engañadas almas que no están preparadas! Cuando
estoy delante de las congregaciones y veo a los que tienen suficien-
cia propia y justicia propia, y sé que no están preparándose para
hacer una obra aceptable para Cristo y para encontrarse con él en
paz, quedo tan abrumada que no puedo dormir. Me pregunto: ¿Qué
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puedo decir a esas almas que las despierte a la comprensión de su
verdadera condición? El yo es el tema que absorbe todo en su vida.
Anhelo revelar a Cristo tan claramente que lleguen a contemplarlo
a
él,
y dejen de centralizar su atención en el yo...
Entre los que serán amargamente chasqueados en el día del
cómputo final, estarán los que han sido externamente religiosos,
y que aparentemente han vivido vidas cristianas. Pero el yo está
entretejido en todo lo que hacen. Se enorgullecen de su moralidad, su
influencia, su habilidad para ocupar puestos más elevados que los de
otros [y] su conocimiento de la verdad, pues creen que esos atributos
les ganarán la alabanza de Cristo. “Señor—suplican—, delante de
ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste”.
Lucas
13:26
. “¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos
fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
Mateo
7:22
.
Pero Cristo dice: “Nunca os conocí; apartaos de mí”. “No todo
el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.
Mateo
7:21
.