Página 162 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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“Sé celoso y arrepiéntete”
Estimados hermanos y hermanas: El Señor me ha mostrado en
visión algunas cosas concernientes a la tibieza actual de la iglesia,
las cuales os relataré. La iglesia me fue presentada en visión. Dijo
el ángel a la iglesia: “Jesús te habla: ‘Sé celoso y arrepiéntete’”.
Apocalipsis 3:19
. Vi que esta obra ha de ser emprendida con fervor.
Hay algo de qué arrepentirse. La mentalidad mundanal, el egoísmo
y la codicia han estado carcomiendo la espiritualidad y la vida del
pueblo de Dios.
El peligro que han recorrido los hijos de Dios durante los últimos
años ha sido el amor al mundo. De éste han nacido los pecados del
egoísmo y de la codicia. Cuanto más obtienen de este mundo, tanto
más fijan sus afectos en él; y tanto más procuran obtener. Dijo el
ángel: “Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja
que para el rico entrar en el reino de Dios”. Sin embargo, muchos de
los que profesan creer que poseemos la última nota de amonestación
para el mundo, están esforzándose con toda su energía para colocarse
en la situación en la cual es más fácil para un camello pasar por el
ojo de una aguja que para ellos entrar en el reino.
Estos tesoros terrenales son bendiciones cuando se usan debi-
damente. Los que los poseen deben comprender que Dios se los
ha prestado y deben gastar gozosamente sus recursos para hacer
progresar su causa. No perderán su recompensa aquí. Serán conside-
rados bondadosamente por los ángeles de Dios y se harán también
un tesoro en el cielo.
Vi que Satanás observa el temperamento peculiar egoísta y codi-
cioso de algunos que profesan creer la verdad, y los tentará prospe-
rando su camino y ofreciéndoles las riquezas de la tierra. Sabe que
si no vencen su temperamento natural, tropezarán y caerán al amar a
Mammón y adorar su ídolo. Con frecuencia Satanás logra su objeto.
El fuerte amor al mundo vence o absorbe el amor a la verdad. Les
son ofrecidos los reinos del mundo, y ellos se apoderan ávidamente
de sus tesoros, y piensan que son admirablemente prosperados. Sa-
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