Página 243 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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La dadivosidad sistemática
Se me llamó la atención a los hijos de Israel de la antigüedad.
Dios requería de todos ellos, tanto de los pobres como de los ricos,
un sacrificio que estuviera de acuerdo con la forma como él los
había prosperado. No excusaba a los pobres porque no poseían
los bienes de sus hermanos ricos. Se requería que manifestaran
economía y abnegación. Y si había algunos que eran tan pobres que
les resultaba completamente imposible llevar una ofrenda al Señor,
si la enfermedad o el infortunio los había privado de la capacidad
de dar, se requería que los ricos les ayudaran a llevar una ofrenda
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humilde, para que no se presentaran con las manos vacías delante
del Señor. Esta disposición preservaba el interés mutuo.
Algunos no se han unido en el plan de la dadivosidad sistemática,
excusándose porque tenían deudas. Sostienen que primero deben
llegar a un estado en el que “no le deban nada a nadie”. Pero el
hecho de que se encuentren en deuda no constituye una excusa
para ellos. Vi que debían dar a César lo que es de César y a Dios
lo que es de Dios. Algunos tienen mucho cuidado de no “deber a
nadie nada”, y piensan que Dios no puede requerir nada de ellos
hasta que hayan pagado todas sus deudas. En esto se engañan a sí
mismos. Dejan de dar a Dios lo que le pertenece. Todos deben llevar
una ofrenda adecuada delante de Dios. Los que están endeudados
debieran descontar de sus entradas lo que deben pagar y luego deben
dar en proporción a lo que les queda.
Algunos han sentido una obligación sagrada hacia sus hijos.
Deben dar una parte a cada uno, pero no logran reunir recursos para
ayudar a la causa de Dios. Se excusan diciendo que tienen un deber
hacia sus hijos. Eso puede ser así, pero su primer deber es hacia
Dios. Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.
No robéis a Dios reteniendo vuestros diezmos y ofrendas. El primer
deber sagrado consiste en dar a Dios una parte adecuada de los
recursos. Que nadie procure con sus pretensiones induciros a robar a
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