Página 475 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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La esposa del ministro
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debieran dar demasiada importancia a los sentimientos agradables.
¿Qué tienen que ver los sentimientos con el deber?
Se me llamó la atención al caso de Abraham. Dios le dijo: “Toma
ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah,
y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.
Génesis 22:2
.
Abraham obedeció a Dios. No consultó sus sentimientos perso-
nales, sino que con noble fe y confianza en Dios se preparó para
su viaje. Con el corazón destrozado por la angustia contempló a
la orgullosa y amante madre que miraba con tierno afecto al hijo
de la promesa. Pero se llevó consigo a ese hijo amado. Abraham
sufrió, pero no permitió que su voluntad se alzara en rebelión contra
la voluntad de Dios. El deber, un firme deber, lo controlaba. No
se atrevió a consultar sus sentimientos ni a ceder a ellos ni por
un momento. Su único hijo caminaba junto a su austero, amante
y sufriente padre, y conversaba animadamente pronunciando con
frecuencia la palabra “padre”, tras lo cual preguntaba: “¿Dónde está
el cordero para el holocausto?” ¡Oh, qué prueba para el fiel padre!
Los ángeles contemplaban la escena con agradable admiración. El
fiel siervo de Dios aun ató a su amado hijo y lo colocó sobre la leña.
Cuando alzó el brazo que empuñaba el cuchillo, un ángel le habló:
“Abraham, Abraham... No extiendas tu mano sobre el muchacho”.
Génesis 22:12
.
Vi que no es cosa liviana ser cristiano. Profesar ser cristiano
no cuesta mucho; pero vivir la vida cristiana es algo importante y
sagrado. Hay tan sólo poco tiempo ahora para asegurar la corona
inmortal y tener nuestro registro celestial repleto de buenas acciones
y deberes cumplidos. Todo árbol es juzgado por sus frutos. Cada
uno será juzgado de acuerdo con sus obras y no por su profesión
ni por su fe. Nunca se preguntará: ¿Cuanto profesó? En cambio se
preguntará: ¿Qué frutos ha producido? Si el árbol está corrompido,
el fruto es malo. Pero cuando el árbol es bueno, no puede producir
frutos de maldad.
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