Página 479 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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La reforma en la manera de vestir
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hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación
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es a Jehová tu Dios cualquiera que lo hace’. Dios no quiere que su
pueblo adopte el así llamado traje de la reforma. Es una vestimenta
inmodesta, totalmente inapropiada para los modestos y humildes
seguidores de Cristo.
“Existe una creciente tendencia de hacer que la vestimenta y la
apariencia de las mujeres se parezcan lo más posible a las de los
hombres; pero Dios considera esto una abominación. ‘Asimismo
que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia’
1 Timoteo 2:9
.
“Los que se sienten llamados a unirse al movimiento en favor
de los derechos de las mujeres y la así llamada reforma del vestido,
sería mejor que cortaran su conexión con el mensaje del tercer ángel.
El espíritu que acompaña al uno no puede estar en armonía con el
otro. Las Escrituras hablan con claridad acerca de las relaciones y los
derechos de los hombres y mujeres. Los espiritistas, en una extensión
considerable, han adoptado este estilo de vestir. Los adventistas que
creen en la restauración de los dones, con frecuencia son confundidos
con los espiritistas. Si adoptan esta vestimenta, su influencia estará
muerta. La gente los catalogará en el mismo nivel que los espiritistas
y rehusará escucharles.
“Con la así llamada reforma del vestido avanza un espíritu de
liviandad y osadía que armoniza plenamente con el estilo del vestido.
La modestia y la reserva desaparecen de muchos cuando adoptan
ese estilo de vestido. Se me mostró que Dios desea que adoptemos
un proceder consecuente y lógico. Si las hermanas adoptan el traje
norteamericano, destruirán su influencia personal y también la de
sus esposos. Se convertirán en el hazmerreír de la gente. Nuestro
Salvador dice: ‘Vosotros sois la luz del mundo’.
Mateo 5:14
. ‘Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos’.
vers. 16
. Existe una gran obra que debemos hacer en el mundo,
por lo que Dios no quiere que adoptemos un comportamiento que
disminuya o destruya nuestra influencia”.
Lo que antecede me fue dado como reproche para quienes se
sienten inclinados a adoptar un estilo de vestido semejante al de los
hombres; pero al mismo tiempo se me mostró cuáles era los males
del estilo común de vestido de las mujeres, y para corregirlo también