Página 486 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
felicidad del esposo y los hijos que la de los demás. Las hermanas
cristianas en ningún momento debieran vestirse con extravagancia,
sino con pulcritud, decoro y saludablemente, según lo permita el
trabajo que realizan”.
El vestido que acabamos de describir pensamos que es digno
del nombre de vestido corto de la reforma. Está siendo adoptado
por el Instituto de la Reforma Pro Salud del Oeste y por algunas
hermanas de Battle Creek y otros lugares donde este asunto ha sido
debidamente presentado ante los hermanos. En amplio contraste con
este vestido decoroso está el así llamado traje norteamericano que
se parece mucho a la ropa usada por los hombres. Consiste en un
chaleco, pantalones y un vestón largo que llega a media altura entre
la cadera y la rodilla. Me he opuesto a este traje debido a lo que se
me ha mostrado en armonía con la Palabra de Dios; mientras que el
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otro vestido que he recomendado es decoroso, cómodo, conveniente
y saludable.
Otra razón que ofrezco como disculpa por llamar la atención nue-
vamente al tema del vestido, es que ni una sola entre veinte hermanas
que profesan creer en los
Testimonios
ha dado el primer paso hacia
la reforma de la vestimenta. Podrá decirse que la Hna. White usa en
público vestidos más largos que los que recomienda a otras mujeres,
a lo cual replico: Cuando visito un lugar para hablar a las gentes
que no conocen el tema de la reforma de la vestimenta y donde hay
prejuicio, estimo que es mejor ser cuidadosa y no cerrar los oídos
del público por usar un vestido que se podría considerar censurable.
Pero después de presentarles el tema y de explicar claramente mi
posición, me presento ante ellos con el vestido de la reforma, que
ilustra mis enseñanzas.
En lo que se refiere al asunto de usar vestidos con armazón de
alambre, la reforma de la vestimenta va muy adelantada a ellos. Yo
no podría usarlos. Y es demasiado tarde para hablar de usar vestidos
con aros de alambre, sean éstos grandes o chicos. Mi posición sobre
este asunto es precisamente lo que siempre ha sido, y espero que no
me consideren responsable de lo que otros pueden decir sobre este
tema, o por el proceder adoptado por quienes usan vestidos con aros
de alambre. Protesto contra la tergiversación de mis conversaciones
sostenidas en privado sobre este tema, y pido que lo que he escrito y
publicado sea considerado como mi posición definitiva.