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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
Las personas a quienes Dios ha dado recursos económicos deben
proveer un fondo que deberá usarse para beneficio de los pobres
dignos que están enfermos y no pueden pagar los gastos de su trata-
miento en la institución de salud. Hay algunos pobres dignos y muy
apreciados cuya influencia ha sido beneficiosa para la causa de Dios.
Debiera formarse un fondo con el fin específico de proveer trata-
miento a estas personas necesitadas de la iglesia, según determinen
sus dirigentes. A menos que las personas que disponen de recursos
abundantes den con este fin, sin exigir intereses, los pobres no po-
drán gozar de los beneficios del tratamiento de la enfermedad que se
ofrece en esta institución, donde se necesita mucho dinero para su
funcionamiento. Una institución que está comenzando, y con difi-
cultades para sobrevivir, no debiera verse en la bochornosa situación
de gastar constantemente sus medios sin poderlos recuperar.
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