Página 513 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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La reforma pro salud
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observadores del sábado poseen la verdad, pero la gente en general
y sus familiares no creyentes se interponen para que no reciban la
verdad. No logran convencerse de la necesidad de sacrificarlo todo
por Cristo. Pero algunas de estas personas desecharán sus prejuicios
y se convertirán en defensores de la fe de los adventistas. Algunos
que son restaurados a la salud o que reciben gran beneficio, serán
los medios para introducir nuestra fe en nuevos lugares, y elevar el
estandarte de la verdad en lugares que hubieran sido inaccesibles
de no haberse eliminado primero el prejuicio de las mentes por
haber pasado un tiempo esas personas en contacto con los obreros
de nuestra institución para recuperar su salud.
Otros generarán dificultades cuando regresan a sus hogares. Pero
eso no debe desanimar a nadie ni estorbarlos en su empeño por
colaborar en esta buena obra. Satanás y sus instrumentos harán todo
lo posible para estorbar, confundir y agobiar a quienes se dedican
sinceramente a la obra de promover esta reforma.
Existe abundancia de recursos entre nuestro pueblo, y si todos
comprendieran la importancia de la obra, esta gran empresa podría
llevarse a cabo sin dificultades. Todos debieran sentir interés especial
en apoyarla. Especialmente quienes tienen recursos económicos
debieran invertir en esta empresa. Debiera disponerse de un hogar
adecuado para recibir enfermos a fin de que mediante la aplicación
de recursos adecuados y la bendición de Dios, puedan aliviarse de
sus enfermedades y aprender a cuidar de sí mismos para prevenir la
enfermedad.
Muchos que profesan la verdad se están volviendo cerrados
y avaros. Necesitan sentirse alarmados por su condición. Poseen
tantas riquezas en la tierra, que sus corazones están en ellas. La
mayoría de sus tesoros está en este mundo y poco en el cielo; por lo
tanto, sus intereses están en las posesiones terrenales en vez de la
herencia celestial. Existe ahora una buena oportunidad para que usen
su dinero para beneficio de la humanidad sufriente y también para
el avance de la verdad. Nunca debiera permitirse que esta empresa
sufra necesidades. Estos mayordomos a quienes Dios ha confiado
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recursos financieros, ahora debieran apoyar la obra y utilizar sus
medios para su gloria. Los que retienen sus recursos debido a su
avaricia, tendrán maldición en vez de bendición.