Página 523 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Mensaje para los jóvenes
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De vuestro comportamiento personal depende si aseguraréis para
vosotros la vida mejor.
Hablando de la sabiduría, se dice que “sus caminos son caminos
deleitosos, y todas sus veredas paz”.
Proverbios 3:17
. La morada
futura de los justos y su recompensa eterna son temas elevados y
ennoblecedores para la contemplación de los jóvenes. Deben refle-
xionar acerca del admirable plan de salvación, el inconmensurable
sacrificio realizado por el Rey de gloria para que pudiéseis ser eleva-
dos por los méritos de su sangre y mediante la obediencia finalmente
ser exaltados al trono de Cristo. Este tema debiera suscitar las re-
flexiones más nobles de la mente. ¡Qué inmenso privilegio es ser
reintegrados al favor de Dios! ¿Qué otra cosa, fuera de la comunión
con él, podría elevarnos, refinarnos y exaltarnos por encima de los
frívolos placeres mundanos? Obtener la renovación por la gracia de
nuestras naturalezas corrompidas, poner en sujeción nuestros ape-
titos concupiscentes y tendencias animales, mantenerse con noble
independencia moral, obteniendo victorias todos los días, propor-
cionará una paz mental que se produce únicamente cuando se obra
correctamente.
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Apreciados jóvenes, vi que con un empleo y un entretenimiento
como éste podríais ser felices. Pero la razón por la que estáis in-
quietos es porque no buscáis la única fuente verdadera de felicidad.
Siempre estáis tratando de encontrar
fuera de Cristo el gozo que
se encuentra únicamente en él
. En él no hay esperanzas frustradas.
¡Qué privilegio descuidado es la oración! La lectura de la Palabra de
Dios prepara la mente para la oración. Una de las principales razones
por la que tenéis tan poca disposición a acercaros a Dios mediante
la oración, es que os habéis incapacitado para esta sagrada tarea por
dedicaros a la lectura de historias fascinantes que han estimulado
la imaginación y despertado pasiones pecaminosas. Así es como la
Palabra de Dios resulta desagradable, la hora de la oración cae en el
olvido. La oración es la fortaleza del cristiano. Cuando está solo, en
realidad no lo está; siente la presencia de Aquel que dijo: “He aquí
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Mateo
28:20
.
Los jóvenes necesitan aquello que no tienen, es decir,
religión
.
Nada puede tomar el lugar de esto. Profesar tenerla carece de valor.
Los nombres quedan registrados en los libros de la iglesia en la