Página 522 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

518
Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
Mateo 6:33
. Este es el primer gran objetivo: el reino de los cielos,
la justicia de Cristo. Cualquier otro objetivo debe ocupar un lugar
secundario.
Satanás presenta el camino de la santidad como una senda di-
fícil, mientras que los caminos de los placeres mundanos los hace
aparecer sembrados de flores. El tentador adorna el mundo con co-
lores falsos pero halagadores y complacientes, y así presenta sus
placeres a la juventud. La vanidad es uno de los rasgos más fuertes
de la naturaleza humana depravada, y el enemigo sabe que puede
estimularla con éxito. Halaga por medio de sus instrumentos. Los
jóvenes pueden recibir expresiones de alabanza, lo cual complacerá
su vanidad y aumentará su orgullo y autoestima. Esto puede indu-
cirlos a pensar que con tales ventajas y atractivos en realidad es
lamentable tener que salir del mundo y alejarse de él para hacerse
cristiano y tener que olvidar a sus compañeros y fingirse muertos a
sus alabanzas o censuras. Satanás os dice que con las ventajas que
[441]
poseéis podríais en gran medida disfrutar de los placeres mundanos.
Pero considerad que los placeres del mundo tendrán que terminar
y que lo que sembréis, eso es lo que segaréis. ¿Son los atractivos
personales, la habilidad o los talentos personales demasiado valiosos
para dedicarlos a Dios, al Autor de vuestro ser, al que vela por voso-
tros a cada instante? ¿Son vuestras capacidades demasiado preciosas
para dedicarlas a Dios?
Los jóvenes insisten en que necesitan algo para avivar y divertir
la mente. Vi que había placer en el trabajo, y satisfacción en la
búsqueda de una vida de utilidad. Pero algunos porfían en que
necesitan algo que interese a la mente después de las horas de trabajo
o el estudio, alguna clase de ocupación o entretenimiento mental
que alivie y refresque la mente en medio de las preocupaciones y
trabajos fatigantes. Lo que necesitan es la esperanza del cristiano. La
religión será reconfortante para el creyente y una guía segura que lo
conducirá a la Fuente de la verdadera felicidad. Los jóvenes debieran
estudiar la Palabra de Dios y dedicarse a la meditación y la oración,
porque así encontrarán que sus momentos de ocio no podrían ser
aprovechados en forma mejor. Jóvenes amigos, debiérais dedicar
tiempo a probaros a vosotros mismos, para ver si estáis en el amor
de Dios. Sed diligentes en asegurar vuestro llamamiento y elección.