Página 552 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Sentimientos políticos
Se me mostraron muchas cosas en Róchester, Nueva York, el
25 de diciembre de 1865, concerniente al pueblo de Dios en rela-
ción con la obra para estos últimos días. Vi que muchos profesos
observadores del sábado no obtendrán la vida eterna. Fracasan en
aprender del curso seguido por los hijos de Israel y caen en algunas
de sus malas andanzas. Si continúan en estos pecados, caerán como
los israelitas y nunca entrarán en la Canaán celestial. “Y estas cosas
les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos
a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”.
Vi que muchos caerían de este lado del reino. Dios está probando
su pueblo, y muchos no soportarán la prueba del carácter, la medida
de Dios. Muchos tendrán una labor ardua para vencer sus rasgos
de carácter particulares para aparecer sin mancha o arruga, ni cosa
semejante, irreprensibles delante de Dios y los hombres. Muchos
profesos observadores del sábado no serán de beneficio especial
a la causa de Dios o a la iglesia, sin una reforma completa de su
parte. Muchos observadores del sábado no están bien delante de
Dios con respecto a sus convicciones políticas. No están en armonía
con la palabra de Dios, ni se hallan unidos con el cuerpo de los
creyentes observadores del sábado. Sus convicciones no están de
acuerdo con los principios de nuestra fe. Se ha dado suficiente luz
para corregir a todos aquellos que desean ser corregidos. Todos los
que aún mantienen sentimientos políticos que no están de acuerdo
con la verdad, viven violando los principios del cielo. Por lo tanto,
mientras permanezcan así, no pueden poseer el espíritu de libertad y
santidad.
Sus principios y posiciones en asuntos políticos son un gran per-
juicio para su crecimiento espiritual. Son una vergüenza constante
para ellos y un reproche para nuestra fe, y aquellos que persisten en
estos principios, eventualmente serán arrastrados justamente donde
el enemigo estaría contento de tenerlos, donde finalmente estarán
separados de los cristianos observadores del sábado. Estos herma-
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