Página 606 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
son el blanco especial de los ataques de Satanás. Vi que hay peligro
en no estar protegidos, pues Satanás obtendrá una entrada e imper-
ceptiblemente desviará la mente de la gran tarea. Los individuos que
ocupan puestos de responsabilidad en la oficina están en peligro de
elevarse a sí mismos por encima de la obra y de perder la humildad
de mente y sencillez que hasta ahora la ha caracterizado.
Satanás tenía un objetivo especial al quebrantar a uno que dirigía
la obra, que tenía una experiencia completa en el surgimiento y
progreso de la verdad presente. Se propuso ponerlo fuera de acción,
para que él mismo pudiera entrar e imperceptiblemente afectar las
mentes que no tenían experiencia y no estaban totalmente consa-
gradas al trabajo. Fue el designio de Dios darle salud a mi esposo
después que otros se habían relacionado con las preocupaciones que
él había llevado y habían sentido algo del cansancio que era parte de
esas preocupaciones. Pero ellos nunca invertirán su alma completa
-todas las energías de la mente y el cuerpo- en la obra, ni arriesgarán
lo que él tuvo que arriesgar. Jamás será su deber llevar a cabo lo que
él ha hecho, porque no podrían sostenerse en sus puestos aunque
no tuvieran que pasar más que la vigésima parte de lo que él ha
soportado.
Satanás intenta obtener una posición en esa oficina, y a menos
que haya un esfuerzo unido y completa vigilancia, logrará su obje-
tivo. Algunos se colocarán por encima de la sencillez de la obra y
sentirán que son suficientes cuando su fuerza es perfecta flaqueza.
Dios será glorificado en esta gran obra. Y a menos que cultiven pro-
funda y constante humildad y una confianza firme en Dios, confiarán
en el yo, pecarán de suficiencia propia, y uno o más beberán la amar-
ga copa de aflicción. A medida que la obra crece, mayor necesidad
hay de plena confianza en Dios y dependencia en él, y de completo
interés y devoción a la obra. Deberían ponerse a un lado los intereses
egoístas. Debería haber mucha oración, mucha meditación, porque
esto es muy necesario para el éxito y la prosperidad de la obra. No
debería permitirse un espíritu comercial a nadie que esté asociado
con la oficina de la Review and Herald. Si se permite, el trabajo
será descuidado y manchado. Las cosas ordinarias serán colocadas
demasiado al nivel de las sagradas.
Hay gran peligro de que algunos asociados con la obra trabajen
sólo por el salario. No manifiestan interés especial por la obra; su