Página 629 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

Respuesta de la iglesia de Battle Creek
625
que afectó fuertemente el cerebro, fue quitado por la mano benévola
de Dios, y se le han concedido nuevas fuerzas físicas y mentales
.
Consideramos que la decisión de la Hna. White de llevar a su
esposo enfermo a su gira por el Norte le fue dictada por el Espíritu
de Dios, y que nosotros, al oponernos a dicha acción, no actuamos
en armonía con el consejo de Dios. Nos faltó visión celestial en este
asunto, y por eso erramos apartándonos del camino recto. Recono-
cemos que en ese tiempo nos faltó la profunda simpatía cristiana
que demandaba tan grande aflicción, y que nos hemos demorado
mucho en ver la mano de Dios en la recuperación del Hno. White.
Sus labores y sufrimientos por nuestra causa lo hacían acreedor a
nuestra más cálida simpatía y apoyo. Pero hemos sido cegados por
Satanás respecto a nuestra propia condición espiritual
.
Durante el invierno pasado nos dominó un espíritu de prejuicio
con respecto al dinero, el cual nos hizo sentir que el Hno. White
pedía recursos económicos sin necesitarlos. Ahora estamos conven-
cidos de que en ese mismo tiempo se encontraba verdaderamente
en necesidad, y fue error nuestro el no averiguar más a fondo cuál
era la verdadera situación. Reconocemos que este sentimiento era
cruel e infundado, si bien fue causado por haber comprendido mal
los hechos del caso
.
[530]
Aceptamos ahora con profunda tristeza el reproche que nos
hace llegar este testimonio, y rogamos que allí donde hemos errado
apartándonos de lo correcto debido a nuestra falta de discernimiento
espiritual, podamos recibir el perdón de Dios y de su pueblo
.
Las labores de los esposos White entre nosotros durante los días
recién pasados se han visto acompañadas de las señaladas bendicio-
nes de Dios. No sólo se han hecho profundas y sinceras confesiones
de apostasía y error, sino que además las han acompañado solemnes
votos de arrepentimiento y retorno a Dios. El Espíritu de Dios ha
puesto su sello sobre esta obra de modo tal que no podemos du-
dar. Muchos de los jóvenes han sido llevados a Cristo, y casi cada
persona conectada con esta iglesia ha recibido una porción de esta
bendición celestial
.
Deseamos que nuestros hermanos de otras partes comprendan
que nuestros corazones están en simpatía con los Hnos. White, y
que creemos que Dios los llamó a cumplir la pesada responsabi-