Declaraciones hirientes y crueles
Hay una expresión inglesa,
“cutting and slashing”
[cortantes y
tajantes] que se usa con frecuencia para representar las maneras y
palabras de personas que reprenden quienes yerran, real o supuesta-
mente. Se aplica correctamente a la actitud de los que no tienen el
deber de reprender a sus hermanos, pero que de todos modos están
listos a hacer esta obra en forma precipitada e inmisericorde. Es
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inapropiado aplicarla a quienes tienen el deber especial de reprender
los males de la iglesia. Los tales sienten la carga de la obra y se ven
obligados a actuar con fidelidad por amor a las preciosas almas.
De tiempo en tiempo, durante los últimos veinte años, se me ha
mostrado que el Señor había preparado a mi esposo para la obra de
tratar fielmente con los errantes y había puesto sobre él esa carga;
y que si no cumplía fielmente su deber, se acarrearía el desagrado
del Señor. Nunca he considerado que su juicio fuera infalible, ni
que sus palabras fuesen inspiradas; pero siempre he creído que él
estaba mejor calificado que cualquier otro de nuestros predicadores,
debido a su larga experiencia y porque he visto que él recibió un
llamamiento especial y fue adaptado para la obra; y también porque
en muchos casos en que los aludidos se han levantado contra sus
amonestaciones, se me ha mostrado que su manera de juzgar los
asuntos y su forma de amonestar eran correctas.
Durante los últimos veinte años, los que han sido amonestados
y sus simpatizantes han cultivado un espíritu de acusación contra
mi esposo, lo cual ha pesado sobre él más que cualquier otra de las
crueles cargas que haya debido soportar injustamente. Y cuando
él cayó bajo el peso de sus cargas, muchos de los que habían sido
reprendidos se alegraron; y por tener una idea errónea de mi punto
de vista relativo al caso de mi esposo, el 25 de diciembre de 1865,
se sintieron muy confortados con el pensamiento de que el Señor, en
esos días, lo había reprendido a él por haber sido “hiriente y cruel”.
Esto es completamente erróneo. Yo no vi nada parecido. Y para que
mis hermanos sepan lo que realmente vi en el caso de mi esposo,
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