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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
en Maine. Pero al salir de ese estado nos sentimos confortados por
el hecho de que todos habían confesado su rebelión, y que unos
pocos habían sido llevados a buscar al Señor y abrazar la verdad.
Lo siguiente, relativo a los ministros, el orden y la organización, se
aplica en forma especial a las condiciones existentes en Maine.
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